Usted disculpe, no hay medicinas, tampoco vacunas. Esa es la frase que escuchan una y otra vez los pacientes del sector salud público porque hay desabasto. Repito: hay desabasto. ¿Así estarán en Dinamarca?
“Por primera vez en 30 años de médico tengo que recomendar el medicamento que aún está disponible, no el que necesita el paciente. El desabasto de medicinas es otro problema de salud en México”, escribió en su cuenta de Twitter el doctor Francisco Moreno Sánchez, Premio Nacional de Salud 2020.
Mensajes similares al del doctor Moreno inundaron las redes sociales. Los médicos ya advertían el desabasto desde finales de 2019, pero este año se agravó el problema.
Les recomiendo que respiren profundo antes de seguir leyendo porque los números los dejarán con el ojo cuadrado.
El Informe de Transparencia en Salud 2019-2020, en el que colaboraron 55 asociaciones civiles del Colectivo Cero Desabasto, precisa que las quejas por falta de medicamentos subieron 39% en el ISSSTE, 185% en el IMSS y, OJO, 498% en el INSABI.
El informe se integra a partir de 360 solicitudes de información que contestaron más de 200 instituciones públicas, así que los datos son consistentes, públicos, oficiales y recolectados por organizaciones serias como Fundar, la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer e Impunidad Cero.
Con esa información se determinó, por ejemplo, que el número de recetas no surtidas efectivamente en el IMSS se triplicó al pasar de 5 millones en 2019 a 15.9 millones en 2020.
Sigan respirando profundamente porque en 2019 se presentaron nueve mil 862 quejas por conceptos referentes al no surtimiento en las distintas instancias públicas del país, mientras que en 2020 sumaron 14 mil 641, 48% más.
Advierte que pacientes, familiares y personal de salud interpusieron más de 24 mil quejas a nivel nacional en los últimos dos años, con un alza importante en el primer semestre de 2020. ¡Imagínense las cifras del 2021!
El IMSS reportó tres mil 616 quejas más en 2020 que en el 2019; 611 el ISSSTE y mil 41 quejas el INSABI.
Súmenle que en 2019, la CNDH tuvo 884 quejas por “omitir suministrar medicamentos” y mil 378 en 2020, la mayoría de las denuncias son contra el IMSS (60%), el ISSSTE (33%) y Petróleos Mexicanos Servicios de Salud (2%).
Peeero no sólo faltan los medicamentos, también las vacunas y no me refiero a las de Covid-19, porque esa es harina de otro costal. El informe revela que hay fuertes reducciones de la aplicación de vacunas contra la tuberculosis (BCG), tétanos (TD y TDP) y el Virus del Papiloma Humano (VPH), con caídas de 92%, 81% y 73%, respectivamente.
Entre los políticos que sí le pusieron atención al informe se encuentra el panista Federico Döring, quien destacó en su cuenta de Twitter que aparte del desabasto, bajó el número de atenciones médicas entre 2019 y 2020: -57% consultas de cáncer de la mujer, -56% cédula VIH de detección oportuna en hombres, -55% en VIH mujeres, -53% detección diabetes y de VIH y -52% referencia por sospecha de cáncer en menores de 18 años.
Las organizaciones concluyeron que el desabasto e intermitencia de medicamentos e insumos son problemas públicos de años, pero se agudizaron desde finales de 2019, es decir, con la 4T.
Las causas: las reformas precipitadas para trasladar facultades del IMSS a la SHCP para realizar las compras consolidadas de medicamentos y por la pandemia de Covid-19.
Y qué les cuento, que podríamos estar en terapia intensiva y del tema no dicen ni pío Zoé Robledo, Luis Antonio Ramírez Pineda, Juan Ferrer ni Jorge Alcocer.
Yo sólo les recuerdo que AMLO se comprometió a tenernos como en Dinamarca, donde hay garantías del derecho a la atención médica y medicamentos gratuitos, bueno, para acabar pronto, hay medicamentos.