El martes pasado fue negro, muy negro para Alejandro Moreno, el dirigente nacional del PRI. En primera, expresidentes del tricolor le pidieron que renunciara ante los pésimos resultados electorales; en segunda, agentes ministeriales de Campeche realizaron la inspección ocular de uno de sus predios; en tercera, Layda Sansores difundió un nuevo audio de Alito. ¡Auch!
Pese al daño que le hace al PRI un líder con señalamientos por corrupción, Alito Moreno dejó claro que se queda como dirigente nacional de ese partido, con lo que no sólo afecta al tricolor, sino la imagen de la alianza Va por México rumbo al 2023 y 2024.
No hay peor ciego que el que no quiere ver. Con decirles que hasta Mario Delgado se atrevió a recomendar a los priístas que dejen a Alito como presidente del tricolor porque ha ayudado mucho al crecimiento, ¡pero de la 4T!
Sin duda, el campechano pasará a la historia… pero como uno de los perdedores más grandes en los casi 100 años del PRI. Cuando él y Carolina Viggiano tomaron el mando, el partido gobernaba 12 entidades: Sonora, Sinaloa, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México, Colima, Oaxaca, Guerrero y Campeche; tras la elección pasada, sólo gobernará tres y, en dos, hay elección el año que entra.
Por estos resultados se encendieron las alertas de los expresidentes del PRI. El martes hubo una encerrona por más de cuatro horas en la que estuvieron Manlio Fabio Beltrones, Pedro Joaquín Coldwell, Beatriz Paredes, Dulce María Sauri, Claudia Ruiz Massieu, Carolina Monroy, Humberto Roque, Roberto Madrazo y César Camacho. También estuvo Miguel Ángel Osorio Chong, Rubén Moreira, Jorge de la Vega y José Antonio González.
No sólo le pidieron la renuncia por los temas electorales, también fue por decisiones unilaterales y concentración de poderes, pero Alito, aferrado, se queda hasta 2023.
Los llamados a que dé un paso al costado le caen de todos lados, pero hace como que la virgen le habla. Ya quedaron atrás esos tiempos cuando, por decencia y decoro ante los malos resultados, el partido se abría a nuevos horizontes. Con menos derrotas, Beltrones renunció a la dirigencia en 2016, luego de que el partido perdió siete de 12 gubernaturas que estuvieron en juego.
Lo que hay que reconocerle a Moreno es que está dispuesto a enfrentar a AMLO, pero ya saben lo que dicen, eso sólo se puede hacer cuando se tiene la cola corta y el colmillo largo.
Ojo: mientras Alito estaba en el cónclave, agentes ministeriales realizaron una inspección ocular a su mansión en Campeche, pues la Fiscalía del estado lo investiga por enriquecimiento ilícito.
Acto seguido, la gobernadora Layda Sansores no sólo sacó otro audio del priísta, también lo acusó de hacer 66 vuelos como gobernador de Campeche, la mayoría internacionales (París, Nueva York, Roma, Montreal, Miami, Houston…) y aseguró que 70% de los vuelos los pagó en efectivo y el resto con tarjetas de prestanombres.
Ah, la morenista está decidida a seguir filtrando audios de su paisano, aunque él busque frenarlos legalmente. Aquí sí hay tiro.
Como está la cosa, cada semana habrá algo nuevo contra el líder del PRI que impacte en la imagen de ese partido. Por lo pronto, él está protegido porque tiene fuero, ya ven que también es diputado federal al haberse asegurado una curul para él y sus cuates, que hoy cobran en el CEN y en la Cámara de Diputados. Sin duda es una gran estrategia, ¡para él! Ahhh y para Viggiano, la secretaria general, quien además fue candidata a gobernadora de Hidalgo, aunque… perdió.
Qué les cuento, en poco tiempo, el liderazgo de Alejandro Moreno no sólo va a ser cuestionado por los priístas, sino por los panistas y perredistas, sus aliados electorales y legislativos. Mientras tanto, quien cobra las facturas por mantenerlos divididos es… bueno, Ya Saben Quién.
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