No es un golpe de Estado, es una exigencia social. No es exageración, es desesperación. No es una estrategia de los conservadores, es una marcha para exigir medicamentos para los niños con cáncer. Aquí aplica la máxima: Con los niños, NO.
Familiares de niños con cáncer y asociaciones civiles encabezarán una marcha el sábado desde el Ángel de la Independencia para exigir medicamentos. Será el momento de demostrarle al subsecretario Hugo López-Gatell que no son 20 personas las que se manifiestan por el desabasto y que, como siempre, lo suyo, lo suyo no son las cuentas.
Las asociaciones civiles especializadas contabilizan que han fallecido al menos mil 700 niños por recortes al gasto en tratamientos y el desabasto de medicamentos. Una desgracia.
El cáncer es la segunda causa de muerte y la primera por enfermedad en niños de cinco a 14 años de edad; cada año mueren unos dos mil infantes por esto, de acuerdo con el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia (Censia).
Qué les cuento, el martes pasado, quien finalmente apareció fue el secretario de Salud, Jorge Alcocer. No es aviador, ni andaba de parranda, sino que estaba concentrado, dijo, en la compra de medicamentos y que su trabajo fue tan eficiente que en 37 días logró conseguir varias claves y con ahorros, lo que a la UNOPS le tomó 10 meses.
En la mañanera dijo que a través de la UNOPS se compraron 132 claves de medicamentos oncológicos y que 23 claves de alto consumo y cuatro de abasto complementario se adquirieron con el apoyo de la Cancillería y las embajadas de India, Argentina, Corea, Canadá, Francia, Alemania y Cuba.
Y ya muy entrado en su discurso destacó que el interés por los medicamentos oncológicos es válido, pero exagerado. ¡Así como lo están leyendo!
Ese mismo día, la organización Nariz Roja no bajó al gobierno federal de mentiroso y criminal. “Somos exagerados por pelear por el derecho a la salud. Lo somos”, contestó.
“El atreverse a decir que (las medicinas) se compraron más baratas, sin corrupción y con ahorro nos parece perverso y cruel, pues desde hace dos años que tienen control total de esto, la situación es más grave día a día y la verdad es que no hay quimios. El sistema de salud gratuito, universal y de calidad con tintes europeos quedó en promesas de campaña”, escribió en Twitter.
El 30 de junio pasado, la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) difundió: “Es reprobable, en todos los sentidos, la reiterada postura del gobierno federal en minimizar esta problemática, asegurando que está resuelta con las compras en el extranjero, cuando la realidad en los hospitales es otra. En todo caso, ha justificado esas irregularidades (desabasto y retraso) como parte de los efectos del desmantelamiento de la complicidad entre autoridades pasadas y empresas; esto es inadmisible e irresponsable a falta de denuncias penales de por medio y a la luz del incumplimiento de su obligación por atender a los pacientes”.
Esperemos que esta vez, las quimioterapias u otro tipo de medicamentos y tratamientos lleguen de forma rápida y efectiva a los niños. Mientras tanto, el reto para las organizaciones será el de rendición de cuentas de las donaciones para las quimios de los niños.
Ojo. Si el problema es la corrupción de farmacéuticas y su colusión con políticos, que se presenten las denuncias y se haga justicia. Si el problema es que las farmacéuticas mandan a falsos manifestantes, que se investigue. El problema NO son los niños enfermos ni sus padres desesperados por salvarlos.
Por cierto, ¿se acuerdan del día en que López-Gatell se sacó de la manga su teoría de los niños golpistas? Ese día, de nueva cuenta, habló de las farmacéuticas ligadas a legisladores. Y yo me pregunto, si son corruptas ¿por qué la 4T les sigue comprando?
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