En Día del Niño, exigen ayuda para hallar a sus hijos desaparecidos

19 de Noviembre de 2024

En Día del Niño, exigen ayuda para hallar a sus hijos desaparecidos

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Cada 30 de abril, en el Ángel de la Independencia, padres y madres de niños extraviados exigen a las autoridades dar con el paradero de sus hijos

El 11 de abril de este año, Enrique López Cerdón salió de su casa en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, junto con su hijo de un año dos meses. En ese momento fue detenido. No sólo perdió su libertad, también le quitaron a su vástago Enrique López Iglesias. Pese a contar con la guardia y custodia definitiva de su hijo, desde febrero de este año, el menor fue entregado a su madre. Y desde abril desconoce el paradero del infante.

No se nada de ellos. Ella dejó un domicilio en Acapulco, Guerrero, pese a que de le ordenó quedarse en el Estado de México. Se traslada a su estado natal y deja un domicilio que es un tugurio. Que no es propicio para que crezca un niño”, cuenta en entrevista con ejecentral.

En su desesperación, López Cerdón se acercó a la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos A.C. (AMNRDAC) que actualmente trabaja en la búsqueda de más de 500 niños perdidos en la República, sobre todo, en el Estado de México. Uno de esos casos es el de su hijo. Por eso, Enrique López acompañó a otros cuarenta padres y madres de familia que este 30 de abril se plantaron ante el Ángel de la Independencia con el objetivo de que puedan encontrar a sus hijos, que las autoridades actúen y que en el Día del Niño se recuerde a los pequeños que fueron sustraídos de su hogar. María Elena Solís Gutiérrez, presidenta y fundadora de AMNRDAC es optimista. Dice que es el único antídoto contra la desesperanza que nace tras perder a un niño. Esa esperanza le ayuda a recuperar a más de 4 mil infantes a lo largo de 22 años.

Venimos al Ángel como un presente para los niños que no tenemos físicamente y que sólo tenemos las fotografías. Y como hoy es Día del Niño queremos que estén presentes”, contó la fundadora de la asociación.

Pero AMNRDAC no sólo busca a menores de edad, ante la negligencia de las autoridades también han arropado a familiares de desaparecidos adultos mayores, jóvenes, de todas edades, cuenta Elena Solís.

Un día normal

El pasado miércoles 25 de abril parecía ser un día común, como muchos otros en la vida de Claudia Ávila. Su esposo Fernando Saldaña Meneses despertó temprano y llevó a su hijo Sebastián Saldaña Ávila, de dos años nueve meses a la guardería.

Antes de la 10 de la mañana me habla la directora para decirme que mi hijo no llegó a la guardería. Me comunico al Consejo de la Judicatura donde trabajaba mi esposo y me dicen que tampoco asistió”, recuerda Claudia en entrevista.

Fernando Saldaña canceló sus cuentas y dejó de ir a trabajar. Angustiada le escribió correos electrónicos, le llamó, pero fue hasta el viernes 27 de abril que su esposo le respondió: “el niño está bien. Sólo te aviso para que no estés preocupada”, contestó vía correo. Eso es todo lo que sé, cuenta Ávila. En el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) de la Procuraduría capitalina le dijeron que su hijo no estaba desaparecido puesto que su padre respondió un simple correo.

Jamás pensé que se iba a llevar a mi hijo. Una vez me dejó cuando yo estaba embarazada de Sebastián, pero no pensé que me lo iba a quitar. Me preocupa esa inestabilidad que tiene el padre”, señala.

A la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos A.C. no sólo se acercan madres o padres de infantes, también hijos de adultos mayores que se extraviaron. Así es el caso de Angélica Dávila Najera, quien busca a su mamá Josefina Angélica Najera Ramírez, a quien de cariño le decía “Geli” o “Guera”.

Mi mamá desapareció el 2 de septiembre de 2016 en Nezahualcóyotl, Estado de México. El sábado 3 de septiembre fue a sus clases de medicina en Centro Médico. Hay testigos que la vieron feliz. Aunque mencionan que la vieron platicar con un hombre vestido de negro de tez morena clara y cabello lacio. Lo cual es muy raro porque mi mamá no hablaba con extraños”, rememora.

Posteriormente el 9 de septiembre, al no contestar el teléfono, Angélica Dávila fue en busca de su madre. Lo que encontró al llegar a la casa de su madre la desconcertó aún más: en su domicilio se encontraban personas desconocidas, pero de Josefina Angélica Najera ni siquiera un rastro. Desde entonces tratan de dar con su paradero. Pese a que los vecinos de su madre siempre amedrentaron a la señora Angélica, las autoridades no han detenido ni logrado obtener datos cruciales para encontrar a “Geli”. Por ello, su hija hizo contacto con AMNRDAC para que las pesquisas se aceleraran. En los dos años, con ayuda de la asociación, ha acudido a los SEMEFOS de Nezahualcoyolt, de la Ciudad de México y hasta en Hidalgo.

Es un infierno no saber qué pasó con mi mamá. Es una pesadilla espantosa desconocer si está con gente buena o mala”, confiesa su hija entre llantos.

Pese a todo, cada 30 de abril, Angélica Dávila Nájera viene, junto a padres que han perdido a sus hijos, al Ángel de la Independiencia con una sola esperanza: que en el Día del Niño se recuerde a los que se encuentran en otra parte, perdidos, lejos de su familia.