El alcalde de Coyoacán, el exfutbolista, Manuel Negrete se ha anotado varios autogoles debido a varias de sus acciones y también a omisiones en su administración.
Uno de estos graves problemas se está dando en concurridos mercados de la alcaldía que dice gobernar como el de La Bola, de la colonia Ajusco; el de Pescaditos, de la colonia Santa Úrsula, que apenas fue cerrado el lunes pasado, y el tianguis de Eje 10 Sur, de Los Reyes, clasificados por las autoridades sanitarias de ser posibles fuente de contagios del coronavirus.
Desafortunadamente para los coyoacanenses esos focos rojos no son los únicos en la Alcaldía, pues Manuel Negrete omite, en el mejor de los casos, por ignorancia o por desconocimiento, los tianguis que se instalan los domingos sobre Avenida Aztecas, conocido como las chácharas; el del camellón de San Ricardo y que se extiende hasta San Gonzalo, así como el que se instala los martes sobre Avenida Santa Úrsula, los dos de esta misma colonia. Todos ellos tienen una gran concentración de gente, vendedores y clientes, procedentes de otras demarcaciones.
En estos mercados, donde no hay ley, proliferan la venta de bebidas embriagantes, particularmente cerveza; droga, productos electrónicos y electrodomésticos de dudosa procedencia y, algo muy delicado en el contexto de esta pandemia, pacas de ropa a raudales, que son seguramente fuente importante de posibles contagios.
Manuel Negrete dice que los comerciantes no se le han salido de las manos, y quizás tenga mucha razón, debido a que su proyecto o el de su responsable de Mercados y Vía Pública, de juntar el tianguis de Avenida Aztecas con el de Santa Úrsula, avanza viento en popa.
Cada domingo se instalan más ‘“chachareros”, obstruyendo sin el menor rubor y miramiento la vía pública y accesos de los vecinos a sus viviendas.
Sin embargo eso no es lo peor, lo más deplorable es que por el afán político de tener cautiva a una clientela electoral , así como por las jugosas ganancias que les representan, se deja crecer cada vez más los tianguis de avenida Aztecas y de Santa Úrsula.
La intención de juntar estos dos mercados los domingos, es clara. De acuerdo con un exfuncionario de esa demarcación, consultado por este columnista, el propósito es unirlos para que se conviertan en el tianguis más grande de la ciudad, por encima del de San Felipe de Jesús, de la alcaldía Gustavo A. Madero.
Esto no es ajeno a los tianguis del martes de Santa Úrsula, y particularmente el de los domingos de Avenida Aztecas, muy próximo a devorar al de San Ricardo y San Gonzalo.
Ahí se consigue medicina, incluso controlada, obviamente sin receta médica; ropa usada, mucha de ella de las pacas que provienen de las fronteras, en especial del norte; calzado y productos del supermercado, mercancías de dudosa procedencia como llantas de coche nuevas y usadas, partes de autos, relojes y electrodomésticos entre otros.
Dichos artículos se han convertido en el principal atractivo de estos tianguis para los visitantes que provienen de diferentes zonas de la capital y del Estado de México, provocando que haya un desplazamiento de personas que pueden contagiarse o haber contagiado incluso a los visitantes al mercado sobre ruedas que ahí se coloca, debido a las aglomeraciones.
Bien haría el funcionario en detener el crecimiento del tianguis de Aztecas y renunciar a su intención de unirlo con el de San Ricardo y San Gonzalo. En esta coyuntura sanitaria eso representaría salvar muchas vidas, y en el futuro también, por los problemas no solo sanitarios, sino de inseguridad que conlleva la gran concentración de personas, provenientes de otras latitudes.
Al parecer, la unión de estos mercados es el proyecto fundamental del alcalde con miras a aspirar a la reelección, después de que no ha dado ningún resultado claro para los habitantes de Coyoacán, tanto que ya se extraña hasta a Mauricio Toledo, que ya es decir mucho para los habitantes de esa alcaldía.
En Cortito. Al menos nueve funcionarios de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México han muerto por enfermedad desde que inició la contingencia del Covid-19. Son policías, ministerios públicos y peritos que se contagiaron al realizar sus actividades. El personal está en la primera línea de batalla a pesar de que entre las filas de la dependencia hay mandos como el director de PDI en la Fiscalia de Servidores Públicos, Jesús de la Paz Diaz Venegas, quien nos dicen no le permite al personal con enfermedades crónicas resguardarse en su casa para evitar contagiarse de Coronavirus y además tiene actitudes prepotentes como lo fue suspender y luego cambiar de adscripción a dos agentes a los que acusó de difundir dos videos en los que se ve, durante una lluvia, como las aguas negras se desbordaron por los baños de la Fiscalía de Servidores Públicos en avenida Izazaga.