El vacío de comunicación que rodeó el estado de salud del presidente Andrés Manuel López Obrador, dio oportunidad a la especulación, a los rumores, a las noticias falsas en nuestro país.
Lo criticable en este nuevo episodio es que el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, no construyeron una narrativa puntual, oportuna y efectiva para informar a los mexicanos sobre el verdadero estado de salud del jefe del Ejecutivo Federal.
Ambos, dejaron que por horas se esparciera la noticia “falsa” de que el presidente López Obrador se había desvanecido durante una reunión con empresarios de Yucatán y que, por tal motivo, tuvo que regresar de inmediato a la Ciudad de México.
Si bien es cierto que no hay un manual sobre cómo atender este tipo de situaciones, lo que sí deben tener en claro tanto el secretario de Gobernación y el vocero presidencial es que el estado de salud o enfermedad del presidente López Obrador, es un tema de seguridad nacional.
Primero, porque es la máxima autoridad de nuestro país y segundo, porque goza de una fuerza política y aceptación social de millones de mexicanos, sobre todo, aquellos que se ven beneficiados de los programas sociales del Gobierno de la Cuarta Transformación. Por ende, es sumamente importante la información precisa y concisa sobre su salud.
Fue una omisión de Jesús Ramírez Cuevas dejar correr la información del Diario de Yucatán de que López Obrador había sufrido un preinfarto; lo que es aún peor, es el nivel de profesionalismo de los reporteros de medios nacionales que cubren la fuente presidencial y que, en este tema, sólo vieron crecer una noticia falsa, sin que ellos pudieran confirmarla o desmentirla.
Dónde estaban los periodistas de medios nacionales cuando ocurrieron estos hechos, ya que una de las prioridades de quienes están al frente de la fuente presidencial, es dar a conocer, no sólo los comunicados de prensa o conferencias mañaneras, sino este tipo de eventos que son de vital importancia para el país.
Quizá andaban de compras o disfrutando del viaje, dejando en manos de medios locales, el Diario de Yucatán y PorEsto, una noticia de tal calado en la vida pública o política de México.
Lo ocurrido el pasado domingo nos hace creer que estos reporteros no cuentan con lo más indispensable que tiene un periodista, que son fuentes confiables y de primer nivel para conocer a pulso el Gobierno de la Cuarta Transformación.
La desinformación sobre esta tercera recaída del presidente López Obrador, sirvió para que adversarios políticos sacarán no sólo raja política, sino también lo más vil que puede tener una persona, puesto que algunos de estos ya hablaban de su muerte.
Y todo ocurrió porque los hombres que deberían tener el control de la política de comunicación social del Gobierno de la República sencillamente se vieron rebasados, nuevamente, por esta crisis.
No han aprendido a hacerle frente a este tipo de eventos que pueden causar, un daño mucho mayor, no sólo en lo político sino en lo económico, ya que ante la incertidumbre y la falta de información fidedigna, pueden ser movidos por las noticias falsas para dañar a nuestro país.
Lo que queda claro y que es más que preocupante, es que tal vacío de comunicación sólo es llenado por el presidente López Obrador y ante su ausencia, en este caso por enfermedad, el gobierno de la Cuarta Transformación es un desastre.
Una vez que no está el “líder máximo”, sus “generales”, no son capaces de construir un mensaje propio para las circunstancias que se presentan en la vida pública de nuestro país.
Ese quizá es el principal error del jefe del Ejecutivo Federal, construir un gobierno que sólo se mueve a la imagen y semejanza de un hombre: Andrés Manuel López Obrador. Situación que es sumamente preocupante.
En Cortito: En más temas de salud, bien haría el director general de Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo Aburto, En darse una vuelta por el hospital Magdalena de las Salinas, para conocer de viva voz el trato y el servicio que dan a cada uno de los pacientes que se encuentran hospitalizados en este lugar. Se lo digo, ya que Jenifer Natali García Arizmendi, es un claro ejemplo de cómo el IMSS brinda la atención médica a los derechohabientes. Resulta que, a esta paciente, la traen de hospital en hospital sin que hasta la fecha la atiendan de las heridas graves por las que ingresó el pasado 10 de abril. La joven de 24 años, a pesar de los muchos esfuerzos de sus familiares para que la atiendan, sencillamente no pasa del área de urgencias, a pesar de que tiene una lesión fuerte en la cadera a consecuencia de un accidente automovilístico. Los médicos de dicho lugar, de la nada la trasladaron al Hospital General de Zona número 76 del IMSS, en el Estado de México, donde después de hacerle unos estudios la llevaron de vuelta al Magdalena de las Salinas, donde no le hacen nada a pesar de las heridas de gravedad que tiene. Desde este En Corto hacemos un llamado al director del IMSS, Zoé Robledo Aburto para que haga su trabajo, antes de pensar en sus aspiraciones políticas como es buscar la candidatura de Morena a la gubernatura de Chiapas.
En el Estado de México nos cuentan que el diputado local del PAN Enrique Vargas está haciendo una guerra interna por el poder, tratando de debilitar los bastiones priistas, que hoy por hoy son sus aliados.
Nos platican que el ex aspirante a la gubernatura anda en la intentona de desestabilizar la campaña de Vamos por el Estado de México, encabezada por la priista Alejandra del Moral, pegando en los municipios más importantes de la coalición como Tlalnepantla.
Nos comentan que, ayudado de unos de sus operadores, de nombre Juan Pedro, de manera insistente pretende permear la información entre la prensa.
Esto lo sabrá el dirigente estatal del PAN, Anuar Roberto Azar Figueroa, principal aliado de Alejandra del Moral, quien pareciera que ahora no sólo debe cuidarse de sus adversarios políticos de Morena, sino también de algunos azules que ambicionan el edificio de Lerdo 300. En Corto solicitó una postura sobre esta guerra interna y desleal de los panistas contra los bastiones fuertes del PRI en la entidad mexiquense. Anuar Roberto Azar Figueroa, dijo que tiene una relación de amistad y cariño con el alcalde de Tlalnepantla, Tony Rodríguez. Declaró que respeta al priista y agregó desconocer de dónde viene la campaña en contra los líderes priistas y que habría que preguntarle a Enrique Vargas sobre los señalamientos. Tales acciones desleales de Enrique Vargas no ayudan en nada a la campaña de la alianza Vamos por el Estado de México y a Alejandra del Moral, sobre todo en plena contienda electoral, ya que el enemigo a vencer es Morena y no a los integrantes de la coalición.