El expresidente peruano Alberto Fujimori dejó en libertad, este jueves, la clínica limeña donde estuvo internado durante 12 días por problemas cardíacos, beneficiado por un polémico indulto que las familias de las víctimas buscan anular en tribunales internacionales. El exgobernante de 79 años abandonó la Clínica Centenario Peruano Japonesa de Lima acompañado por su hijo Kenji, artífice de su liberación, tras purgar sólo 12 de los 25 años de prisión de su condena por crímenes contra la humanidad bajo su gobierno (1990-2000). Fujimori salió en silla de ruedas a las 21:40 horas, levantando su mano derecha para saludar a algunos partidarios congregados frente a la clínica y se marchó en un vehículo todoterreno negro acompañado por su hijo menor, el legislador Kenji Fujimori. Casi una hora después el vehículo del exgobernante ingresó a un condominio privado en La Molina, distrito acomodado del este de Lima. Allí se hospedará en la casa del empresario Aldo Kruger, hijo de Germán Kruger, quien pagó la residencia donde estuvo el exgobernante bajo arresto domiciliario casi dos años en Chile, dijo una fuente de su entorno a la AFP. “Con mi papá", escribió Kenji en Twitter y publicó una ‘selfie’ que se tomó con su padre dentro del vehículo, mientras marchaba escoltado por dos autos policiales y era seguido por una numerosa comitiva de autos de prensa. Fumijori, quien vestía casaca oscura y blusa azul, lucía cansado y sereno, mientras que su hijo se mostraba eufórico en la foto. Poco después publicó un video en la misma red social, que los mostraba a ambos saludando a la cámara. “Son los primeros minutos de Alberto Fujimori en libertad”, dijo a la AFP su médico de cabecera, Alejandro Aguinaga.