A través de redes sociales se dio a conocer que pobladores del municipio de Castaños, en Coahuila, amarraron, torturaron y asfixiaron a un osezno de aproximadamente cuatro meses de edad.
Diversas organizaciones en pro de los derechos de animales se han manifestado ante la situación, indicando que el oso no representaba un peligro para la población, pues tal parece que el animal estaba en búsqueda de agua.
Usuarios en redes sociales han denunciado que en las fotografías y videos difundidos se puede observar como policías municipales no hicieron nada para detener la tortura del animal, mientras se distingue como varios pobladores sonríen ante las cámaras.
Miguel Ángel Riquelme, gobernador de Coahuila, indicó que la Fiscalía General del Estado (FGE) ya está investigando los hechos de acuerdo a sus facultades, para conseguir castigar a los responsable de maltrato animal.
“Reprobamos enérgicamente las indignantes acciones de quienes participaron en el maltrato y muerte de un ejemplar de oso negro en el municipio de Castaños”, declaró.
Por su parte, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) comunicó que se formulará una denuncia penal en contra de los involucrados al ser constituido como un delito contra la biodiversidad.
Desde el 2011, el oso negro está considerado como una especie en peligro de extinción debido a la fragmentación de su hábitat y la caza ilegal, por lo que los responsables podrán ser acreedores a una pena en prisión y una multa económica. RM
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