En alerta Centro y Sudamérica por conflicto en Ecuador
Desde el Comando Sur hasta los países cercanos monitorean los sucesos para definir el nivel de riesgo y si éste podría extenderse
En un hecho sin precedentes, todos puntos críticos y estratégicos de Ecuador fueron asegurados por las Fuerzas Armadas desde la noche y madrugada, la intención ha sido evitar ataques que comprometieran la estabilidad del país. Al mismo tiempo, las fronteras se reforzaron, tanto por el lado ecuatoriano como desde Perú que envió un contingente de policía, y Colombia analiza la situación.
El Comando Sur estadounidense también comenzó a monitorear el desarrollo de los hechos en territorio ecuatoriano, sin que se pronunciara hasta el momento en algún sentido. Aunque fuentes consultadas por ejecentral confirmaron que representantes del gobierno de Estados Unidos contactaron al presidente Daniel Noboa.
Los gobiernos en la región coincidieron en sus expresiones de solidaridad y en el deseo de reestablecer el orden y la paz democrática en Ecuador. Reportes desde Perú, Colombia, Panamá y Costa Rica, especialmente, señalan que se mantienen en alerta para definir el nivel de riesgo regional. Estos hechos han sumado tensión a la región, ante los vínculos que existen de las organizaciones criminales ecuatorianos que se enlistaron, con grupos en Colombia, Perú, México, Colombia y hasta los Balcanes.
Y es que en Ecuador en el pasado ya se había declarado estados de excepción, ante la violencia criminal, pero hacía 25 años que no se había usado la definición de conflicto armado interno.
NOBOA Y EL CONTROL MILITAR
Los negocios y oficinas cerraron en Quito y Guayaquil, las clases se suspendieron y en general los lugares públicos se fueron vaciando en cuanto los habitantes lograron llegar a sus casas con dificultades y el Ejército comenzó a patrullar las ciudades. A las 23:00 horas, una hora antes que en México por el uso horario, nadie podrá estar en las calles.
El decreto del recién llegado presidente Daniel Noboa transitó, en 24 horas, de un estado de excepción a definir la situación como un conflicto armado interno, algo que hace no se había registrado en el país hace justo 29 años, en 1995, cuando ocurrió el llamado Conflicto del Alto Cenepa, entre Perú y Ecuador.
El documento firmado por el mandatario, hijo de uno de los más importantes empresarios del país, ordena el despliegue militar y policiaco en todo el territorio, tomando el control de la seguridad y servicios. Identifica a 22 grupos delictivos como “organizaciones, terroristas y actores estatales beligerantes” y autoriza las fuerzas armadas a “neutralizarlas”, un término que no tiene definición clara. A esas organizaciones se pueden sumar más nombres, por parte del Consejo de Seguridad, que deberá estar reunido de forma permanente.
Puedes leer: Se fuga el narco más peligroso de Ecuador
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, que tiene el control de toda la seguridad del territorio, advirtió tras la reunión del Consejo de Seguridad, que todo grupo que aparece en la lista “es un objetivo militar”.
Antes de que se celebrara una reunión de emergencia del Consejo de Administración Legislativa (CAL) de la Asamblea, representantes de los partidos se pronunciaron a favor de la decisión Presidencial. En el caso del Movimiento Construye se pronunció porque el presidente autorice “el uso de la fuerza letal”, contra criminales que “siembran en el terror”, y el Partico Social Cristiano garantizó amnistía a las fuerzas policiales y militares “que den de baja a los criminales”.
Todo esto después de que se dieran a conocer imágenes y videos de supuestos asesinatos de fuerzas policiales, en los cuales se le dispara a uno de los agentes, pero tras caer al piso no hay una gota de sangres; y de la toma de uno de los canales de televisión, en donde los presuntos “terroristas” utilizan rifles de poco alcance y hasta machetes.
De acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) plantea entre sus documentos sobre conflictos armados que se entiende por éstos como:
“Todo enfrentamiento protagonizado por grupos armados regulares o irregulares con objetivos percibidos como incompatibles en el que el uso continuado y organizado de la violencia: que provoca un mínimo de 100 víctimas mortales en un año y/o un grave impacto en el territorio (destrucción de infraestructuras o de la naturaleza) y la seguridad humana (ej. población herida o desplazada, violencia sexual, inseguridad alimentaria, impacto en la salud mental y en el tejido social o disrupción de los servicios básicos); o pretende la consecución de objetivos diferenciables de los de la delincuencia común y normalmente vinculados a demandas de autodeterminación y autogobierno, o aspiraciones identitarias; la oposición al sistema político, económico, social o ideológico de un Estado o a la política interna o internacional de un Gobierno, lo que en ambos casos motiva la lucha para acceder o erosionar al poder; o al control de los recursos o del territorio”.
Ahora, la Corte Suprema de Ecuador deberá revisar el decreto emitido por Noboa y supervisar su ejecución constitucional. Mientras que el estado de excepción no podrá superar los 90 días, de acuerdo a la Constitución y a la propia Corte ecuatoriana.
LOS OBJETIVOS CRIMINALES
Ecuador se ha convertido un territorio de operaciones criminales para el lavado de dinero, el paso de cocaína desde Colombia y Perú, y la llegada de precursores químicos para drogas sintéticas, incluyendo el fentanilo. Ha sido definido por las agencias de seguridad como un punto de conexión muy importante para el tráfico de drogas.
Los grupos locales han servido como el engranaje perfecto para las operaciones en puertos y la amazonia, al servicio de cárteles mexicanos, colombianos y hasta albaneses.
“Ecuador se ha convertido en una cinta transportadora de la cocaína colombiana con destino a Estados Unidos y Europa, y casi un tercio de la cocaína colombiana sale de Sudamérica a través de puertos ecuatorianos”, han sostenido los analistas de InSight Crime.
De las organizaciones que aparecen en el decreto del presidente Noboa, esto es lo que se sabe, de acuerdo a publicaciones en los medios más importantes de Ecuador como Expreso, El Telégrafo, El Mercurio y El Comercio; así como InSight Crime y el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado de la Fundación Panamericana para el Desarrollo:
LOS CHONEROS
Fue fundado hace más de 20 años, en la década de 1990, y se convirtió en el grupo criminal más grande de Ecuador, especializado en el transporte de cocaína desde la frontera con Colombia a diferentes puertos de Ecuador, explica InSight Crime. Tras el asesinato de su líder Jorge Luis Zambrano, “Rasquiña”, en 2020 el grupo perdió poder por la guerra de pandillas y la intervención de grupos trasnacionales y se fraccionó. Su fuerza se ha ubicado en Guayaquil. Actualmente se identifica a Adolfo Macías, “Fito” como su líder y oficialmente se informó que escapó el lunes 8 de enero pasado de la prisión. Los informes oficiales vinculan a esta organización con el Cártel de Sinaloa.
LOS FATALES
Es una de las facciones más importantes de Los Choneros que dirigía Adolfo Macías, “Fito, antes de convertirse en líder de todo el grupo criminal. Mantienen una confrontación directa con Los Lobos y sus aliados.
LAS O LOS ÁGUILAS
Es un grupo o célula aliada de Los Fatales, y se trata de una estructura armada, que dirigía Junior Roldán, “JR”, asesinado el año pasado en Colombia. Los Lobos han pretendido exterminarlos.
GÁNSTER
Es identificado como un brazo armado de Los Choneros, se concentran sus operaciones en la subzona de Esmeraldas y participan en extorsiones y tráfico de armas. De acuerdo con el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado los lugares de mayor incidencia son: Isla Luis Vargas Torres, Santa Martha. Su principal rival son Los Tiguerones debido a la disputa por el control del ingreso de la droga proveniente desde Colombia.
LOS TIGUERONES
Era una de las facciones de Los Choneros, pero se separó hace más de tres años en el marco de las disputas internas. Es uno de los grupos aliados a Los Lobos, que de acuerdo a InSight Crime, controlan las rutas de narcotráfico desde la frontera con Colombia hasta el puerto de Esmeraldas, en la zona norte de Ecuador. También tienen presencia y operaciones desde las cárceles ecuatorianas. Su capacidad criminal se ha mostrado en los últimos años, especialmente a finales de 2022 que asesinaron a policías, colocaron cuerpos colgados en puentes y detonaron carros bomba, y hasta difundieron panfletos en los que advertían de brutales represalias si continuaban los traslados de presos de su grupo y de Los Lobos.
LOS CHONE KILLERS
Otra de las facciones que se agrupaba bajo el manto del poder de Los Choneros, pero que abandonó a la organización para operar por su cuenta y se convirtió en el brazo armado de Los Lobos que opera en la ciudad Guayaquil, en el sur de Ecuador, y en las cárceles ecuatorianas.
LOS LOBOS
Es enemigo de Los Choneros, aunque en sus inicios era una de sus facciones. Es el grupo de Ecuador identificado con el mayor poder en crecimiento y expansión, no sólo en el tráfico de drogas sino también en las minas de oro ilegales en la zona norteña de Imbabura, donde cobran un impuesto. Se asegura que más de ocho mil personas integran esta organización distribuidos en el territorio ecuatoriano y en las cárceles, de las que tienen el control. Wilmer Chavarría, “Pipo”, era su líder que aparentemente murió, y ahora el jefe del grupo criminal es Alexander Quesada, alias “Ariel”, quien opera desde prisión. Las autoridades ya han definido a esta organización como “microcártel”, porque además del tráfico de cocaína y procesamiento en laboratorios, se ha identificado que participan en venta de drogas al menudeo, extorsiones y tráfico de armas dentro de Ecuador. Los informes oficiales los vinculan al Cártel Jalisco Nueva Generación desde 2016 y también se vincula con la mafia albanesa y una facción disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
LOS LAGARTOS y LOS CUBANOS
Se dedican al sicariato, extorsiones y robos, además del tráfico de drogas. Los lidera Mantilla Ceballos C., “Choclo”. Operan en los sectores
conocidos como Punta Arrecha y Ciudad Pérdida, situados al pie del Estero Salado, siendo puntos estratégicos por su conexión con puertos marítimos más importantes del Ecuador, Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado. Su modalidad para operar en el Estero Salado es utilizando embarcaciones de menor envergadura para transportar la droga hasta los buques de carga que salen de los puertos marítimos con destino a Centroamérica, Norteamérica y Europa, mediante la modalidad de “Rip Off” o gancho ciego. Cuenta con su brazo armado compuesto en su mayoría por menores de edad nativos del sector Guasmo Sur.
R7
Es una pandilla liderada por Marcelo Anchundia. En el pasado formaba parte de Los Lobos, pero se separó por diferencias con los líderes y ahora es su rival, a tal punto que el jefe de Los Lobos, Alexander Quesada, “Ariel”, ordenó un ataque en contra de Archundia, interno entonces la prisión de Bellavista en Santo Domingo de Los Tsáchilas, cerca de Quito, lo que provocó en mayo de 2022 un motín y la muerte de 44 prisioneros. Se le identifica como un brazo armado de la organización Los Choneros. De acuerdo al Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, la organización pinta grafitis para delimitar sus territorios con calaveras haciendo alusión a la muerte, armas y dinero como también la imagen del narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria.
LATIN KING
Dio forma al R7, a partir de la alianza con el grupo de Punto 40, de la Subzona de Santo Domingo de los Tsáchilas, Ecuador. Al igual que R7 se dedican al sicariato y robos. Los Latin King, de acuerdo con el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, nacieron como una banda callejera fundada en 1940 en Estados Unidos, pero en la década de 1990 es cuando despuntó en Ecuador y luego de un proceso de negociación con el Estado, se reinsertaron a la sociedad en el 2007 gracias al tratado que tuvieron con el gobierno de ese entonces. Su presidente o representante en el Ecuador, Manuel Zúñiga, “King Majestic”, fue asesinado el 14 de mayo del 2022, probablemente por Los Lobos, y su líder actual es Macúas C. M., “El Diablo”. Actualmente se les identifica como autores de robos, sicariato.
MAFIA 18
Nació de la división de la banda de Los lagartos y se identifica a su líder como George Samir, socio de Los Choneros.
Los otros grupos que menciona el decreto de Noboa y de los que hay pocos datos son: Ak47, Caballeros Oscuros, Covicheros, Cuartel de las Feas, Kater Piler, Los p.27, Los Tiburones, Mafia Trébol y Patrones.
Te puede interesar:
Video | ¡En vivo! Asaltan canal de televisión en Ecuador