De nada sirvió el argumento de la oposición de que para reformar la Ley de la Industria Eléctrica se tenían que escuchar las posturas de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
Después de seis horas de insultos y descalificaciones, la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen para reformar la Ley de Industria Eléctrica que impulsó el presidente Andrés Manuel López Obrador para apoyar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la cual recibe en promedio 79 mil 300 millones de pesos de los impuestos que pagan los mexicanos.
Después de 360 minutos de mentiras y verdades, la iniciativa se aprobó con 22 votos a favor, 10 en contra y cero abstenciones.
El martes 23 el pleno de la Cámara de Diputados discutirá una ley que, según los partidos de oposición, violará los acuerdos del T-MEC.
Los diputados de Morena defienden la iniciativa del presidente López Obrador y argumentan que no habrá litigios en los tribunales internacionales.
En seis horas de insultos y descalificaciones, mentiras, verdades y deseos de convertir a la empresa estatal de electricidad en un monopolio, la comisión de energía de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen para reformar la Ley de Industria Eléctrica que impulsó el presidente de Andrés Manuel López Obrador para “apoyar” a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la cual recibe al año, en promedio, 79 mil 300 millones de pesos de los impuestos que pagan los mexicanos.
Fueron seis horas de discusiones en la reunión ordinaria semipresencial de la Comisión de Energía. Sumaron tres rondas de discusiones, con todo y la interrupción de unos 15 minutos de la señal del Canal del Congreso, y luego se aprobó en lo general y en lo particular la iniciativa preferente con 22 votos a favor, 10 en contra y cero abstenciones. Ahora, el decreto será discutido en el Pleno de la Cámara de Diputados el martes.
La iniciativa busca desbancar a las estaciones de los inversionistas privados (plantas de energía eólica, solar y de ciclo combinado) y tener preferencia las centrales de la CFE.
En 2020, por cada peso que facturó la CFE, tuvo que gastar 1.17 pesos. Por ello, el gobierno federal inyectó poco menos de 71 mil 500 millones de pesos, cifra que en los tres últimos años promedia 79 mil 300 millones de pesos.
Además, la iniciativa contempla la obligación de utilizar los esquemas de subastas para comprar energía a particulares. Vale recordar que en el pasado, algunos bancos de talla global resaltaron dichos esquemas porque se alcanzan los precios más bajos en el mundo.
De aprobarse los cambios, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) podría cancelar permisos de autoabastecimiento a empresas. Esto desataría demandas de arbitraje contra el gobierno mexicano ante instancias como el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, del Banco Mundial.
Entre los insultos, clases de historia y pifias de la sesión, la diputada María de los Ángeles Ayala Díaz advirtió: “esas empresas que ustedes quieren desaparecer del mapa, son las que generan empleos. Son las que apoyan a la economía de nuestro país. No son los diputados, no es el Presidente, son las empresas. El Presidente nada más es un administrador”.