En 2002 al mundo lo tomó por sorpresa el SARS, luego en 2012 llegó el MERS y actualmente la batalla es contra el Covid-19. Todos estos padecimientos están asociados a la familia de los coronavirus y en 2016 hubo un laboratorio que estuvo cerca de tener una vacuna, sin embargo, nadie financió el proyecto.
Peter Kolchinsky, virólogo y director de la compañía de biotecnología RA Capital, hace para la BBC una declaración tan dura como cierta: “La realidad es que cuando hay un mercado, hay una solución”.
La frase del experto explica el porqué a la humanidad se le ha ido entre los dedos la posibilidad de tener una vacuna para el Covid-19. A pesar de los esfuerzos de muchos científicos por hacer vacunas, en cuestiones como el SARS, el MERS y el Covid-19 estas llegan cuando los brotes ya han sido controlados, entonces nadie, ni el Estado ni la iniciativa privada, quieren invertir en fabricar una vacuna que sea muy poco o nunca utilizada.
En 2016, cuando ya nadie recordaba el SARS (las siglas en inglés de síndrome respiratorio agudo severo) y el MERS (síndrome respiratorio de Medio Oriente) ya se había contenido, un equipo de científicos en Houston, Texas, en Estados Unidos ya tenía una vacuna contra el coronavirus que provocó el SARS.
Los expertos liderados por María Elena Bottazzi, codirectora de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Colegio Baylor de Medicina de Houston y codirectora del Centro para Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas solo esperaban una cosa para que su invento saliera al mercado.
“Con un millón y medio hubiéramos podido hacer un estudio clínico para tener un perfil en humanos”, dice María Elena Bottazzi, y luego entonces el proyecto podría hacerse a gran escala, sin embargo cuando fueron a ofrecer la vacuna a los Institutos Nacionales de Salud de EU les respondieron “mira, ahorita no estamos ya interesados”.
Lo que le ocurrió a Bottazzi no fue un hecho aislado, conseguir financiamiento público o privado para enfermedades que luego de unos meses se controlan es muy complicado.
Aunque la vacuna de la doctora Bottazzi era para un coronavirus distinto del que circula actualmente, los expertos coinciden en que si hubiera estado lista esa vacuna se hubiera avanzado mucho más rápido en el desarrollo de una nueva inoculación para futuras epidemias, afirma la BBC.
Jason Schwartz, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, dijo para la revista The Atlántic que de haber continuado con las investigaciones de SARS y MERS la humanidad habría estado más preparada para afrontar el Covid-19.
“Hoy en día contamos con cientos de vacunas para coronavirus, pero todas son para animales: cerdos, pollos, vacas, etc.”, dice Kolchinsky, pero ¿por qué sí hay vacunas de la familia de los coronavirus para animales y no para humanos? bueno, porque esas son vacunas para prevenir enfermedades que pueden costar millones de dólares a la industria avícola y ganadera. “La realidad es que cuando hay un mercado, hay una solución”, dice el virólogo y director de la compañía de biotecnología RA Capital. (Con información de la BBC) NR
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