Redacción ejecentral
El 2016, fue el año en el cual las autoridades federales, estatales y municipales algunas de ellas no pudieron garantizar plenamente la vigencia y respeto de los derechos humanos, marcado por la simulación, corrupción e impunidad, en diversas regiones del país, señaló Raúl González Pérez, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos,
El ombudsman nacional agregó que este año en el cual se denunciaron casos de tortura, ejecuciones arbitrarias, desapariciones, violencia contra migrantes, mujeres y periodistas.
Ante el presidente Enrique Peña Nieto, González destacó que “esto ha permitido la impunidad y fortalecido la ineficacia administrativa que las personas advierten y padecen de manera cotidiana”.
Enfatizó que durante el periodo que se reporta se hizo dolorosamente claro que en México “el solo hecho de ser mujer es razón suficiente para sufrir agresiones y violencia que inclusive han llegado a la privación de la vida”
En cuanto al tema de las tareas de las Fuerzas Armadas en el combate a la delincuencia, González Pérez destacó que la existencia de un marco normativo que regule las tareas que con carácter extraordinario llevan a cabo las Fuerzas Armadas, desde hace más de diez años respecto de la seguridad de las personas, “no implica por sí misma la solución a la inseguridad”.
Reiteró que “la violencia y falta de acceso a la justicia que nuestro país enfrenta, la participación de las Fuerzas Armadas en tareas vinculadas a la seguridad de las personas, no es lo más deseable, como tampoco lo es la emisión de la ley que se ha planteado, la seguridad vinculada a las personas debe estar a cargo de instituciones de carácter civil, las Fuerzas Armadas deben regresar cuando las condiciones del país así lo permitan”.
El ombudsman se pronunció porque regresen pero bajo un programa gradual, sobre todo en su interacción con la población civil, “no debe asumirse como algo permanente. La debida promoción y capacitación de policías, la inteligencia financiera, la investigación patrimonial, el abatimiento de la corrupción, el combate al tráfico de armas son algunas de las cuestiones que se deberían atender para dar una respuesta más eficaz a nuestros problemas de seguridad y justicia”.
