“Las políticas energéticas de México dañan al medio ambiente, los negocios estadounidenses y los intereses de los inversionistas en múltiples sectores”, declaró Katherine Tai, representante de Comercio del gobierno de Joe Biden en marzo pasado, lo cual se sumó a las diversas críticas contra las condiciones impuestas por el gobierno del presidente López Obrador. Tal situación ha propiciado que un grupo de empresarios de ese país preparen una controversia bajo el amparo del T-MEC.
De acuerdo con el bufete de abogados Foley & Lardner pedirán a las autoridades estadounidenses presentar una controversia por incumplimiento del acuerdo comercial firmado con nuestro país y Canadá.
Son varias las acciones del gobierno mexicano que impiden a las empresas del sector impulsar su desarrollo, no solo se trata de las restricciones para invertir, sino que, además, hay decisiones que impiden a las compañías ya establecidas tener más proyectos o avanzar en los que tienen en marcha.
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El abogado David Berezowsky, representante de Foley & Lardner, refirió que algunas de las centrales de generación de energía que ya están construidas en nuestro país no han podido iniciar con su producción debido al cerrojo que ha impuesto la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Esto se suma al impedimento de entrada de nuevas inversiones en el sector energético. Advirtió que esto ocurre pese a que quienes muestran interés por inyectar capital son compañías que cuentan con la económica suficiente, experiencia y capacidad para operar en el ramo.
Estas empresas están imposibilitadas por ahora para cambiar sus permisos de generación y solicitar nuevos. Lo anterior atenta contra el principio de libre mercado entre los tres socios comerciales que está incluido en el T-MEC, alertó.
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La situación se ha presentado de esta forma debido a que el gobierno de López Obrador se ha mantenido en su postura de dar prioridad a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la generación de energía, lo que dificulta las medidas contra el cambio climático firmadas. Así, se contradice el compromiso asumido por las autoridades mexicana, las cuales están obligadas a tener igualdad de condiciones para las empresas estatales como para el sector privado, tanto nacional como extranjero, refirió David Berezowsky.
De esta forma, un grupo de empresarios del sector ya actúa para presentar una controversia bajo el mecanismo de respuesta inmediata. Se busca proceder como se ha hecho en el ámbito laboral, en donde las autoridades estadounidenses ya han presentado varias inconformidades sobres los derechos de los trabajadores en nuestro país.
Legisladores estadounidenses y medios como Bloomberg y The Financial Times se han pronunciado en el mismo sentido y han advertido que este cierre a la participación de empresas privadas daña al sector y a los consumidores. “El gobierno de Biden no debería perder tiempo en recordarle a México sus obligaciones internacionales sobre espacio y cambio climático”, publicó el diario británico en febrero el año pasado.
A unos días de haberse cumplido dos años de la entrada en vigor del T-MEC el gobierno de México parece estar dispuesto a mantener su postura sobre la generación de energía, lo que limita la generación de fuentes renovables. Esto a pesar de que la reforma eléctrica impulsada desde Palacio Nacional no fue aprobada por los diputados. GA
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