Emergencia en Cataluña: escasez de agua llega a un punto crítico
La declaratoria de emergencia limita a los ciudadanos a 200 litros de consumo al día, pero la situación aún puede empeorar
Desde hace varios días, España se enfrenta a una grave escasez de agua, pero la situación en Cataluña acaba de escalar a un nuevo nivel, ya que las autoridades declararon emergencia por sequía.
La declaratoria contempla severas restricciones de consumo. De esta manera, los municipios que conforman esta región autónoma se han visto limitados a 200 litros por habitante y día, sin importar en qué se utilice el agua.
Y es que tanto las altas temperaturas como la ausencia de lluvias han colocado a Cataluña en la peor anomalía climatológica en más de un siglo.
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Esto ha ocasionado que los embalses de las cuencas internas alcancen el 16.1% de su capacidad, un mínimo histórico que afecta a los casi siete millones de habitantes de la región.
De esta manera se implementó la primera fase del Plan Especial de Sequías (PES), el cual se activa cuando los embalses llegan al 16% de su capacidad. Pero no ha sido suficiente, toda vez que el nivel ha continuado a la baja.
Restricciones en el uso de agua en Cataluña
Además de las restricciones de consumo, está prohibido el uso de fuentes ornamentales, así como el riego de jardines, zonas verdes y césped. Tampoco se permite el lavado de automóviles y el uso de albercas. En este último caso, las instalaciones deportivas son una excepción, aunque no se contempla el uso de pistas de hielo ni otras actividades recreativas que requieran el uso de agua.
Pero entre los principales afectados se encuentra la industria agrícola, que deberá ceñirse a una reducción del 80% en su riego.
Otros usuarios industriales deberán disminuir su consumo un 25%.
Si la situación continúa, dará comienzo la fase II, la cual obliga a todos los residentes a consumir un máximo de 180 litros, y de llegar a la tercera fase, el límite es de 160 litros por día.
En un panorama como los de las fases II y III, se estima que la producción de alimentos se reduciría drásticamente, así como serios problemas de salud entre la población. Los incendios forestales son otra de las grandes amenazas, ya que suelen prosperar en ambientes secos y calurosos, y en un contexto de escasez de agua, representan no solo daños ambientales, sino problemas de salud adicionales debido al humo y ceniza que se dispersan por el aire. BM
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