El embajador de México en Uruguay, Francisco Agustín Arroyo, de extracción priista, ocultó durante tres años 1.2 millones de dólares (mdd) en un paraíso fiscal empleado por cárteles y empresas como Odebrecht para lavar dinero, según prueban documentos internos de la Banca Privada d’Andorra (BPA), revelados por el diario El País. Sería el segundo político de este partido, con cuentas en esta institución financiera. De acuerdo con la publicación, el diplomático cobró el deposito en el principado de Andorra, procedente de un despacho de abogados de México que preside Pedro Raymundo Salinas Arrambide. Ambos atribuyeron el dinero a un trabajo jurídico que desarrollaron juntos aunque no especificaron de que trató. Según la documentación de la BPA, la cuenta se abrió entre 2011 y 2012 y permaneció en operación por al menos tres años a nombre de Arroyo Vieyra, quien fuera también expresidente de la Mesa Directiva de la cámara de Diputados durante el periodo en que se aperturó la cuenta. En declaraciones al diario español, el diplomático aseguró que tras cerrar el depósito, regularizó su situación y declaró sus ingresos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). En el 2015, la Banca Privada d’ Andorra fue intervenida por las autoridades locales y sus principales directivos fueron procesados por corrupción luego de que Estados Unidos alertara de que cárteles de narcotráfico de México y Colombia, así como grandes transnacionales, como Odebrecht, usaban la institución financiera para lavar dinero y pagar comisiones ilegales a políticos de Europa y América. Las actas internas y confidenciales del Departamento de Cumplimiento de la BPA detallan la operación del depósito bajo un epígrafe titulado Solicitud de apertura de Cuentas de PEPs (personas políticamente expuestas), término utilizado por los bancos para referirse a clientes con cargos públicos. El documento explica que el abogado Salinas Arrambide, “tiene pendiente un cobro correspondiente a su actividad de unos 3 millones de dólares, y que “pretende cobrarlo mediante dos transferencias a dos cuentas”, una a su nombre por un importe de 1.8 mdd y otra a nombre de Francisco Arroyo, por 1.2 mdd. Dinero que según el podría justificar sin ningún problema. El embajador de México en Montevideo (Uruguay), explicó que fue el dinero procedía de un pago de honorarios de su despacho.
“Fui legislador y abogado postulante privado durante 25 años. Algún día me lo pagaron por ahí, pero ese dinero está en México y pagué mis impuestos. Tengo mi declaración fiscal en orden”, aseguró a El País.
Aunque Arroyo Vieyra dijo que el y Salinas habían trabajado como asociados, dijo que no podía revelar los nombres de los clientes ni de que se trataba el trabajo que había realizado para el despacho por “secreto profesional”. “Había un promotor de la BPA que nos embaucó en este asunto. Era lícito, pero fue un error (cobrar a través del Principado). No lo volvería a hacer, se lo aseguro”, agregó tras aclarar que la cuenta estuvo activa entre tres y cuatro años y que era algo “lícito”.
Además del embajador, El País reveló en febrero de este año que Oscar Javier Lara Aréchiga, de 65 años, exdiputado del PRI tuvo en este mismo banco una cuenta de seis millones de dólares. DA