A tan sólo unos días de que acabe el verano en el hemisferio norte, el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea reportó que la temperatura observada entre junio y agosto fue la más alta en los últimos 71 años, lo que convierte a este periodo como el más caluroso en dicho continente.
La temperatura en el aire medida por los investigadores de Copernicus supera hasta por un grado centígrado el promedio registrado en los veranos de 1991 a 2020, lo que supone un aumento considerable si se toma en cuenta que los años previos ya habían mostrado un incremento similar, pero que no supera esta marca.
Agosto de este año se convirtió en uno de los meses más extremos para Europa, que enfrentó varias olas de calor mientras el clima registró cambios contrastantes en diferentes regiones de este continente; por ejemplo, los países del mediterráneo superaron las marcas de temperaturas máximas, mientras que el norte enfrentó un verano más frío de lo habitual.
El 11 de agosto, la ciudad italiana de Sicilia alcanzó los 48.8 grados centígrados; una temperatura que jamás se había registrado en toda Europa, y que fue verificada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) como el reporte más alto del continente desde que se tienen datos disponibles.
Investigadores y expertos señalaron que esta nueva marca en el continente europeo es parte de una tendencia clara de calentamiento global a largo plazo que está profundamente relacionada con las emisiones de gases invernadero que afectan el clima de todo el planeta, por lo que de no existir un verdadero cambio en este aspecto, se puede esperar que la temperatura mundial siga aumentando año con año.
Datos del Sistema de Información de Fuegos Forestales Europeos muestran uno de los impactos más devastadores de este aumento de temperatura, y es que el número de incendios reportados durante agosto de este año supera en más de mil registros al promedio observado entre 2008 y 2020, lo que deriva en mil 877 incidentes de este tipo solo en ese mes.