El extesorero del Vaticano, el cardenal George Pell, dio a conocer que el Estado más pequeño del mundo se encuentra en riesgo de quiebra, a menos que controle los crecientes déficits, pero mostró esperanza de que su sucesor en el cargo se libre de la resistencia a la reforma.
Luego de ser absuelto por los cargos de abuso sexual en Australia, el cardenal publicó su libro “Prision Journal”, en el que relata sus 13 meses en confinamiento solitario en celdas diminutas después de uno de los juicios más divisivos en la historia del país.
Pell habló de sus momentos más oscuros, cómo su fe le impidió caer en la desesperación, el daño que causó el escándalo de abuso sexual a la Iglesia y la situación económica del Vaticano.
“Mire, estuvo mal, no fue como una vacación, pero no quiero exagerar lo difícil que fue. Pero hubo muchos momentos oscuros”, relató.
En 2014, el papa Francisco nombró a Pell como cabeza del recién creado Secretariado de Economía, y le dio el mandato de limpiar las finanzas turbias del Vaticano.
”Creo que estamos mucho, mucho mejor situados de lo que estábamos”, señaló sobre las finanzas y la nueva contabilidad y los controles.
“El gran desafío que tiene ante sí el Vaticano es que está quebrando poco a poco. Eso es un poco exagerado (pero) está sucediendo lentamente”, indicó.