El “tiburón” eléctrico de la UNAM

30 de Noviembre de 2024

El “tiburón” eléctrico de la UNAM

Mako puede ser el auto eléctrico del futuro, pero necesita mejoras por eso buscan nuevos patrocinios

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Los estudiantes que diseñaron el prototipo del auto del futuro ya ganaron el primer premio internacional, sólo necesita adecuaciones para superar su calidad y capacidad

Jorge Villalpando Castro

Una de las principales características del tiburón mako, marrajo común o de aleta corta, es su velocidad y que vive en las profundidades del mar, y difícilmente se le puede ver en aguas someras y cerca de las playas. Pero hay una excepción, un ejemplar que se pasea por Ciudad Universitaria.

Mako06a Se le puede ver entre los pasillos que unen a la Facultad de Ingeniería con el Centro de Enseñanzas de Lenguas Extranjeras y la Facultad de Diseño Industrial de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se trata de un automóvil eléctrico, al que un grupo de estudiantes de Ingeniería y Diseño Industrial -que idearon el proyecto en 2012 y un año después lograron darle vida-, simplemente se les ocurrió llamarle Mako, por sus características físicas.

Pero Mako no es cualquier auto, ya ganó su primer premio. En Detroit, Michigan, obtuvo el segundo lugar en el Shell Eco-Marathon 2016, un concurso que reta a estudiantes de todo el mundo a diseñar, construir, probar y conducir vehículos de energía ultra-eficiente. Los alumnos de la UNAM lograron esta posición en la categoría Battery Electric, porque su vehículo es capaz de recorrer hasta 85 kilómetros con una sola carga de un kilovatio-hora.

Corrió la Fórmula 1

Bertha Cadena es estudiante y también piloto. Ella es una de las que tripula a Mako, porque cumplió con el peso y tamaño corporal, que les permitió competir contra otros 15 vehículos de diferentes países y alcanzar una velocidad de 50 kilómetros por hora, y 90 kilómetros por hora sin tripulantes. Y semanas atrás, llegaron hasta el Gran Premio de México de la Fórmula 1, donde presentaron el prototipo. Lo pasearon por las pistas y convivieron con el piloto Kimi Räikkönen.

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Todo esto resultado del trabajo de un grupo de 14 estudiantes que conjugó a alumnos de Ingeniería y Diseño en un equipo que se llama Miztli, cuenta Gabriela Flores, de 21 años, también estudiante del séptimo semestre de la Facultad de Diseño Industrial, como Bertha, y es una de las voceras del equipo.

Entre cables y tornillos

El secreto de la potencia y velocidad del tiburón Mako es su hidrodinámica, su potente masa muscular, su aleta caudal en forma de media luna y al ser homeotermo, triplica su potencia permitiéndole además realizar arranques bruscos. Es la base del vehículo eléctrico creado en la Máxima Casa de Estudios, que costó aproximadamente 300 mil pesos y contó con el apoyo de diversos patrocinios —como el de las empresas que los apoyaron con la fibra de carbono, los componentes eléctricos y la pintura—, así como las aportaciones de los mismos estudiantes y la “herencia” de diversas partes mecánicas del equipo anterior que comenzó con este sueño. La empresa Shell ayudó en el traslado del vehículo a la competencia en Estados Unidos.

Mako02a Enrique Uribe, estudiante de maestría en la Facultad de Ingeniería, estuvo en Detroit apoyando al equipo, y aunque reconoce que aún no se le han abierto las puertas en alguna empresa automotriz, quiere seguir participando hasta que concluya sus estudios.

›Ahora, junto con sus otros compañeros, trabajan en una nueva configuración del motor y su controlador, parte primordial del bólido, ya que como se utilizan baterías de litio el peligro es permanente porque podría explotar.

Para el funcionamiento mecánico de Mako, se creó un sistema independiente para la dirección. En cuanto a la transmisión, utilizaron una catarina, además de dos balatas en la parte delantera y una en la trasera. La dirección fue diseñada con un volante inferior al piloto y las piernas pasan por la parte superior. El motor es de un caballo de fuerza (1HP) que fusiona a 48 volts con su controlador y 10 amperes y genera una corriente continua de 5 y 8 ampares, pero tienen picos de hasta 30 ampares.

Escualo del futuro

El equipo deberá “jubilar” a Mako, para construir un nuevo vehículo. Están en busca de nuevos patrocinadores para seguir participando con un prototipo más ligero y eficiente, que pueda competir contra los que diseñen estudiantes de otras partes del mundo. Uno de sus primeros cambios será mejorar el controlador.

“El hecho de ver algo que lo imaginaste es lo mejor. Ver que funcionen tus ideas y no se queden solo en un papel, que lo veas materializado y con un propósito; si no lo haces, solo se queda en una idea. Todo es posible, solo es echarle ganas y estudiar”, dice sonriente Enrique.

Mako05a Mako es el principio del futuro y es el nombre de México en las plataformas de la ciencia del mundo.

El dato. Mako puede ser el auto eléctrico del futuro, pero necesita mejoras por eso los estudiantes buscan nuevos patrocinios.