Más de la mitad de las madres se han visto expuestas a campañas agresivas de marketing de fórmulas lácteas; las vías y las estrategias por las cuales esto sucede son distintas en cada país, y en el caso mexicano hay una alarmante participación de parte de los profesionales de la salud.
El reporte Cómo la comercialización de la leche de fórmula influye en nuestras decisiones sobre la alimentación infantil, hecho por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), revela las estrategias poco éticas que utiliza esta industria que vale alrededor de 55 mil millones de dólares.
El estudio se hizo en Bangladés, China, Marruecos, México, Nigeria, Reino Unido, Sudáfrica y Vietnam, y se basó en entrevistas con mujeres embarazadas, padres y trabajadores de la salud.
Si bien México no destaca en primer lugar de ninguno de los indicadores del informe, sí aparece de manera constante dentro de los primeros lugares de algunos de ellos, en particular en los más sutiles y difíciles de identificar para los consumidores.
El informe califica de “alarmante” que la industria de las fórmulas lácteas se ha acercado a muchos trabajadores de la salud para influir en sus recomendaciones a las nuevas madres a través de obsequios promocionales, financiación para investigación, asistencia pagada a reuniones, eventos y conferencias “e incluso comisiones de las ventas”.
El 51% de las ocho mil 528 mujeres embarazadas y puérperas encuestadas informaron haber visto u oído publicidad de leche de fórmula en el año anterior; especialmente mujeres de las zonas urbanas de China (97%), Viet Nam (92%) y el Reino Unido (84%); México (39%) se encuentra por debajo del promedio.
Sin embargo, el reporte destaca que “en México, Sudáfrica y Vietnam, los profesionales de la salud informan que algunos hospitales privados están afiliados a determinadas marcas y se les paga para promocionarlas”.
Además se reporta la existencia en China, México, Reino Unido y Vietnam de “clubes de bebés”, que no revelan que sus patrocinadores son empresas y ofrecen obsequios, información sobre el embarazo y el parto, y acceso a “líneas de atención” que brindan “apoyo y asesoramiento”.
Otro aspecto del marketing de estos productos es la utilización tendenciosa del lenguaje científico o pseudocientífico. En China, México, Sudáfrica, Reino Unido y Vietnam, por ejemplo, se fomenta la necesidad de nuevos productos que se enfocan en alergias y sensibilidades.
“El pediatra me sugirió una y esa fue la que elegí, no investigué mucho. Yo confiaba en lo que me decía el pediatra, por eso no me acordaba de los anuncios”, dijo una madre de Guadalajara, México, a los encuestadores.