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Un hombre de raza blanca, mayor de 45 años que compra un arma en Estados Unidos, sin importar estrato social, es posible que pretenda suicidarse. Al menos las estadísticas muestran que ese es el perfil que predomina en quienes adquirieron un arma en ese país y perdieron la vida.
Aunque los ataques en lugares públicos son actos recurrentes, el verdadero problema en la sociedad estadunidense es que el portador del arma es un potencial suicida.
Cada año, más de 33 mil personas mueren a consecuencia de un disparo de arma de fuego en territorio estadunidense, pero de ellos, dos terceras partes (más de 20 mil) se deben a los suicidios, de acuerdo al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention).
En cambio, el otro perfil que predomina entre aquellos que son asesinados con un arma de fuego (12 mil personas al año), es que son hombres jóvenes y de raza negra el mayor número de víctimas.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha reconocido que tiene un problema con el suicidio, ya que es una de las principales causas de muerte en el Ejército —sin incluir los suicidios entre los veteranos—. Por décadas, los militares tenían una tasa de suicidios notablemente baja, comparada con la población en general, pero todo cambió después del 11 de septiembre de 2001, atribuido al estrés postraumático que dejaron las guerras en Afganistán e Irak.
El dato. El pasado 1 de octubre, un hombre abrió fuego durante un festival de música country, en el hotel Mandalay Bay, en Las Vegas, Nevada, y que dejó 50 personas muertas.
Alrededor de 70% de los sobrevivientes no intenta suicidarse de nuevo, y 90% no morirá por suicidio, según un estudio de la Universidad de Harvard sobre sobrevivientes. Esto no sólo se aplica a las armas de fuego, sino a otros métodos.
La categoría de “homicidios” incluye muertes tanto por asalto como por intervención legal (principalmente disparos por agentes de policía).
Fuentes: FiveThirtyEight, con información de: Centers for Disease Control and Prevention Base de Datos de Terrorismo Global Universidad de Maryland. Proyecto IPUMS Universidad de Minnesota.