El síndrome que (tal vez) no existe

10 de Enero de 2025

El síndrome que (tal vez) no existe

síndrome de La Habana

Recientes informes estadounidenses refieren que es “muy poco probable” que el conjunto de síntomas referentes a La Habana sean obra de una entidad extranjera

El misterioso “síndrome de La Habana”, conocido por un conjunto de síntomas médicos sufridos por diplomáticos estadounidenses y personal militar en el extranjero, es “muy improbable” que haya sido causado por un enemigo extranjero.

Desde 2016, algunos diplomáticos estadounidenses aseguraron haber tenido zumbidos en los oídos e incluso dificultades cognitivas, por lo que la mirada giró a Rusia, China y otros países como los responsables.

›Según el periódico The Washington Post, que citó a funcionarios de inteligencia no identificados, siete agencias gubernamentales han revisado unos mil casos de “incidentes de salud anómalos”.

Cinco agencias concluyeron que era “muy improbable” que estos trastornos fueran causados por un ataque de una entidad extranjera, ya sea intencionalmente a través de medios como un arma de energía dirigida, o de forma no deliberada. Otra lo calificó como “improbable” y la restante no llegó a ninguna conclusión, añadió The Washington Post.

Incluso en 2022, la CIA coincidió con esta información, al concluir que era poco probable que el síndrome de La Habana fuera causado por un adversario extranjero. La CIA dijo entonces que creía que las misteriosas dolencias probablemente fueron creadas por causas ambientales, condiciones médicas no diagnosticadas o estrés.

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Incluso otro reporte afirmaba que, en algunos casos, el presunto síndrome pudo deberse a ondas electromagnéticas. La Habana ha desmentido en reiteradas ocasiones cualquier ataque de ese tipo.

De acuerdo con el medio estadounidense, entre los afectados de este “síndrome” figuran oficiales de inteligencia, personal militar y del Departamento de Estado, además de ayudantes de alto nivel de figuras gubernamentales como la vicepresidenta Kamala Harris.

Los primeros presuntos casos de lo que los estadounidenses denominaron “síndrome de La Habana” surgieron en Cuba en 2016, con quejas de hemorragias nasales, dolor de cabeza y náuseas de miembros del personal diplomático de Washington, según las autoridades. Entonces hicieron sospechar de que Rusia u otro país llevaba a cabo campañas de ese tipo contra funcionarios estadounidenses.

También hubo quejas acerca de dolencias físicas inexplicables por parte de funcionarios estadounidenses en representaciones en China, Rusia, Europa e incluso Washington, lo cual motivó una investigación más a fondo del gobierno.

En 2017, el gobierno del expresidente Donald Trump determinó que estos misteriosos síntomas, descritos como ataques sónicos, eran para reducir al mínimo el personal en la legación diplomática estadounidense en Cuba.

Para los cubanos, el verdadero golpe fue el cierre del consulado, que convirtió la obtención de una visa estadounidense en una carrera de obstáculos, obligándoles a viajar a un tercer país para solicitarla.

La isla enfrenta su peor crisis económica en casi 30 años por los efectos de la pandemia y las sanciones económicas de Estados Unidos. Una gran cantidad de cubanos quiere emigrar a ese país.

El gobierno cubano ha desmentido en reiteradas ocasiones cualquier ataque relacionado con el posible síndrome.

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