El semáforo, en extinción
El nuevo instrumento para manejar la pandemia permite que las clases presenciales inicien con color amarillo y que los comercios abran, incluso si se está en rojo
Aunque el riesgo epidemiológico aumentó hasta casi borrar el color verde dentro del mapa de semáforos federales que operará a partir de la próxima semana, las medidas de contención de esta nueva metodología son mucho más flexibles que las utilizadas desde julio del año pasado y que llegarán a su fin este domingo.
Dentro de los cambios más importantes en el nuevo manual de operación de riesgo epidemiológico de la Secretaría de Salud se encuentra la posibilidad de mantener abierto todos los sectores comerciales y sociales, incluso si una entidad está en rojo; mientras que las clases presenciales podrán reanudarse en color amarillo.
La nueva metodología federal para calcular el nivel de riesgo estatal seguirá utilizando el reporte semanal de tendencias que elabora el Centro de Investigación en Matemáticas, pero con una ponderación muy diferente, en el que cinco indicadores perdieron peso dentro de la evaluación que conforman estos semáforos.
Con más de un mes de retraso, la Secretaría de Salud (SSa) publicó el mapa actualizado de riesgo epidemiológico estatal frente a la pandemia de Covid-19. Esta nueva evaluación muestra el crecimiento de la tercera ola de contagios al teñir de naranja y amarillo gran parte del territorio nacional, en lugar del verde que permanecía vigente desde el 18 de junio.
En total, 20 estados subieron de riesgo epidemiológico en esta nueva evaluación. Sinaloa fue la primera entidad en regresar a rojo tras 16 semanas sin que este color apareciera en el mapa; por otra parte 10 entidades retrocedieron a naranja (entre ellas la Ciudad de México), y otras nueve regresaron a un peligro intermedio.
A pesar del incremento en sus colores, este nuevo mapa no refleja medidas de contención más estrictas. Y es que contrario a su antecesor, las actividades económicas o sociales no volverán a cerrar en ningún nivel de riesgo a menos que las autoridades locales lo consideren necesario y sólo cuando la entidad esté en rojo.
Esta serie de cambios forman parte de un ajuste que la SSa realizó a los manuales anteriores con el fin de flexibilizar los semáforos y adaptarlos a “una nueva realidad” en el que la vacunación ha modificado el perfil de riesgo de la pandemia.
Dentro de los ajustes para este nuevo semáforo se mantuvieron los mismos diez indicadores que habían operado desde el año pasado, pero se quitó peso a las tasas de reproducción, incidencia de casos activos, mortalidad en las últimas dos semanas, hospitalizaciones actuales y la tendencia de defunciones, todos los elementos que sirven para describir el comportamiento más cercano a la realidad epidemiológica.
También se modificaron los puntos necesarios para cada nivel de riesgo epidemiológico. Por ejemplo, el rojo se amplió dos puntos para abarcar de 30 puntos en adelante, mientras que el naranja pasó de un mínimo de 16 puntos a 20, lo que permitió que el rango moderado o amarillo creciera para que un mayor número de estados entrará o se mantuviera en este color.
Aunque esta semana no se publicó el reporte de tendencias que elabora el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat), lo que impidió una revisión a este nuevo mapa federal, el documento de la tasa de reproducción efectiva muestra que todas las entidades del país reportan un índice superior a 1, algo que no había ocurrido durante toda la pandemia y que muestra la alta transmisión de contagios en este momento.
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