Transformers: nuevos juguetes, viejas mañas

14 de Noviembre de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

Transformers: nuevos juguetes, viejas mañas

alejandro aleman

“Más de lo que ves” rezaba el slogan de la caricatura de los años ochenta de Transformers. Aquella frase también aplica a los siete (!) largometrajes que se han filmado de esta saga. En todos ellos se ofrece cine, pero lo que uno recibe es un comercial de juguetes.

Durante casi 16 años, Michael Bay nos torturó con cinco películas sobre robots de CGI rompiéndose la soberana crisma. Fue una de las sagas más divorciadas de la coherencia, la realidad y el buen gusto en la historia del cine.

Ya sin Bay como director, la franquicia se expande. Lo más lógico sería dar borrón y cuenta nueva, pero la presencia de Bay aún pesa, por lo que esta nueva película -Transformers: Rise of The Beast- es una muy forzada precuela ubicada en el Nueva York de los años 90.

Noah (Anthony Ramos) -un exmilitar desempleado-, se mete de ladrón de coches para pagarle a su pequeño hermano, Kris (Dean Vazquez), un costoso procedimiento médico. Así es como Noah descubre a Mirage (voz de Pete Davidson), uno de los autobots a las órdenes del mítico Optimus Prime (voz de Peter Cullen). Noah se volverá aliado de estos robots extraterrestres en su misión de salvar al mundo.

Al grupo se unen nuevos juguetes: los maximals, serie posterior a los Transformers originales y cuya gracia es que en lugar de convertirse en coches se transforman en bestias salvajes.

Prácticamente todas las películas de Transformers tienen el mismo argumento: una amenaza se cierne sobre el planeta, los Transformers deben salvarlo, no pueden solos, los humanos salvan el día. Fin. La cosa es que, a diferencia del cine de Michael Bay, en Rise of The Beasts no hay sobresexualización de los personajes (¿recuerdan a Megan Fox abriendo el cofre de un auto?), no hay vulgaridades (¿recuerdan los robots con “bolas”?), ni tampoco es una feria de personajes blancos: aquí el cast es afroamericano o de descendencia latina, incluso uno de los autobots, Wheeljack, es interpretado por el mexicano Cristo Fernández.

La cámara, a cargo del ecuatoriano Enrique Chediak, entrega (¡al fin!) las mejores secuencias de pelea de toda la saga, mismas que evocan a la caricatura original.

La película rinde un claro homenaje a la llamada G1, la primera generación de juguetes de los Transformers: Optimus Prime -que ahora sí es un trailer achatado- se transforma prácticamente igual que el juguete de los años 80.

Rise Of The Beasts es mejor que las cintas de Michael Bay, sin duda, pero ello no quiere decir que esto no sea una vuelta más a una fórmula gastada hasta el cansancio, con sus inevitables dosis de suspensión de la realidad, incoherencia, ausencia total de buen cine y un horrible tufo de solemnidad que no hace sino impregnar todo el numerito de una flojera terrible.

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