The Woman King: feministas y guerreras

22 de Diciembre de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

The Woman King: feministas y guerreras

El cuarto largometraje de la cineasta Gina Prince-Bythewood, The Woman King (Estados Unidos, 2022), es una rara avis: no es la clásica película “inspirada en hechos reales”, aunque sin duda juega -a su beneficio- con la historia del verdadero reino de Dahomey en África Oriental a inicios del siglo XIX.

No es una película de superhéroes, pero uno sale con la sensación de haber visto un relato muy cercano al género (referencias obvias a Wonder Woman y Black Panther). Y es que si bien esta cinta no se entrega a la fantasía nacionalista —como Braveheart (Gibson, 1995) o RRR (S.S. Rajamouli, 2022)— tampoco nos niega una buena dosis de espectaculares batallas con mujeres increíblemente capaces y fuertes en una trama que aborda conflictos tan serios como la esclavitud, la guerra y el papel de la mujer frente a un heteropatriarcado hegemónico.

La historia se resume en el conflicto entre dos tribus rivales en el África de 1823, pero lo que convoca nuestra atención es el peculiar ejército del rey Ghezo (John Boyega), compuesto exclusivamente por aguerridas mujeres llamadas agojie (Las esposas del Rey).

Este grupo de élite es un oasis femenino en un mundo controlado por hombres: aquí las mujeres tienen comida, casa, respeto, voz y voto. Las agojie son el refugio para aquellas que se niegan a cumplir el rol que la historia les ha impuesto: ser madres, esposas y esclavas domésticas.

Prefieren soportar el rudo entrenamiento, la férrea disciplina o incluso renunciar al amor y al sexo con tal de escapar a las servidumbres impuestas a su género.

Viola Davis interpreta a la siempre amenazante Nanisca, la líder de las agojie cuya lealtad al rey le ha ganado toda su confianza.

Nanisca necesita nuevas reclutas y una de ellas es Nawi (Thuso Mbedu), dejada a la puerta de las agojie como “castigo” por no querer casarse con un hombre rico que la golpeaba. Nawi es entrenada por Izogie (Lashana Lynch), quien le enseña sobre disciplina y combate. La dupla no es sino un recurso narrativo para que el público conozca el teje y maneje de estas guerreras.

Más allá de las buenas actuaciones, de las escenas de acción, o incluso a pesar de un guión que padece por el exceso de subtramas, lo que hace a The Woman King una pieza notable es la disección de esta estructura femenina que poco a poco arrebata terreno al heteropatriarcado. Estas mujeres son un ejemplo de sororidad —“Nunca vamos solas, si vas sola mueres”— y valor.

La Mujer Rey es una expresión contradictoria, reconoce igualdad, pero marcando la diferencia: no eres una reina, eres una mujer en el puesto de un hombre.

La igualdad seguirá siendo elusiva, pero ellas saben cómo ganar espacios. Seguirán peleando por su rey, pero principalmente por ellas mismas.

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