En agosto de 1980, un muy joven Bill Gates acude a una junta con la empresa más importante en el rubro de la computación: IBM. Ahí, Gates le vendió a IBM un sistema operativo para su nueva computadora. Así nacía el gigante Microsoft y junto con él una de las fortunas más grandes en la historia de la humanidad, la de Bill Gates.
Lo que IBM no sabía es que Gates les vendió aire: su empresa no tenía listo ningún sistema operativo. Gates contrató después a alguien que programara dicho software y por el cual pagó centavos en comparación a la gran fortuna que estaba por ganar.
Esta anécdota es muy conocida entre los modernos emprendedores de Silicon Valley, y es fuente de inspiración para una popular frase que se ha vuelto casi un credo: fake it till you make it, que es igual a “falsea hasta que lo tengas”. Es decir: no importa que vendas algo que no existe, compra tiempo, capitalízate y sigue mintiendo hasta que finalmente tengas el producto final.
Esa historia la aprendió desde muy pequeña Elizabet Holmes, joven emprendedora nacida en California, 1984, quien desde niña se hizo el firme propósito de convertirse en millonaria. ¿Cómo?, con una idea revolucionaria: una máquina que con tan sólo una gota de sangre pudiera realizar un conjunto de estudios sanguíneos completo y a bajo costo.
La idea sonaba fabulosa y el poder de convencimiento de Holmes era tal que logró sumar a importantes inversionistas de la talla del mismísimo Henry Kissinger. Pero lo que pocos sabían es que la máquina no existía. Holmes usó el dinero para fundar la empresa, Theranos, y poner a trabajar a sus científicos en la idea, pero esta nunca se pudo realizar. La máquina que con tanta vehemencia vendía Holmes nunca fue realidad.
Esta historia es narrada en The Dropout, serie disponible en Star Plus con Amanda Seyfried interpretando a la famosa Elizabeth Holmes quien, al igual que Zuckerberg o Bezos, decía que estaba por “cambiar el mundo”. Incluso vestía como su ídolo Steve Jobs: con suéteres negros y cuello de tortuga.
Luego de convertirse en toda una rockstar, aparecer en todas las portadas de revistas y ser ovacionada por ser una mujer exitosa en un mundo de hombres, la verdad finalmente salió a flote: hoy enfrenta múltiples cargos por fraude. De ser un ejemplo a seguir, Holmes se volvió la radiografía que muestra el tumor de Silicon Valley.
Es peligroso en los negocios y es peligroso en la política: se trata de ese momento en que el gran líder se cree sus propias mentiras. Eso fue lo que asestó el golpe de gracia para Elizabeth Holmes y su Theranos: se creyó sus propias mentiras hasta no distinguir realidad de ficción. El sueño de “cambiar al mundo”, terminó en pesadilla.
Síguenos en @EjeOpinion