Rebel Moon: el Star Wars de Snyder

30 de Noviembre de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

Rebel Moon: el Star Wars de Snyder

alejandro aleman

Si algún día Rebel Moon (onceavo largometraje del ídolo de masas, Zack Snyder) se edita en formato físico, espero incluya en los contenidos extras la reunión donde Snyder le dice a Netflix: “Quiero hacer mi propio Star Wars”, y Netflix responde “Claro, aquí está el dinero, es más, será nuestra inversión más cara este año”.

Originalmente Snyder acudió con George Lucas y le pidió (como a DC Cómics) que le entregara las llaves del auto para dar una vuelta, total, ¿qué es lo peor que podría pasar? Lucas, visionario, dijo no, y mejor se fue a venderle todo a Disney.

Años después —y luego de la polémica por el famoso snydercut— el director está de regreso con una épica espacial que no niega la cruz de su parroquia: esto es un remake de Star Wars, y Netflix pagó gustoso el capricho.

Rebel Moon y A New Hope (1977) inician igual, con una nave que surca el espacio: en Star Wars la cámara juega con la profundidad de campo, en Rebel Moon la cámara sigue de lado. En Star Wars el protagonista es un chico campesino que mira el horizonte, en Rebel Moon la protagonista es Kora (Sofía Boutella) una campesina que vemos en el horizonte. Ambos serán los grandes guerreros que la rebelión necesita.

El villano en ambas películas es un imperio colonialista obsesionado con la estética nazi. El Darth Vader de Rebel Moon es un amenazante militar con traje verde olivo llamado Atticus Noble (Ed Skrein), que sin duda es el mejor interpretado en toda la cinta.

Los primeros 30 minutos son los más interesantes. En una larga y tensa secuencia (robada a Inglorious Basterds, 2009) el almirante Atticus amenaza a una pacífica villa de campesinos y con ello desata la rebelión. Se trata de una de las mejores secuencias en la filmografía de Snyder desde su insuperable Dawn of the Dead (2004).

Después de ese poderoso inicio, todo se vuelve derivativo ad nauseam. Irán a buscar aliados (como en Star Wars), uno de ellos es un mercenario (como en Star Wars), un robot con acento inglés (Anthony Hopkins) los acompaña (como en Star Wars), van a una cantina a reclutar gente (¡como en Star Wars!), algunos de ellos usan espadas de luz (¡ídem!), y otros van por la vida sin camisa (eso no es como en Star Wars, es más bien como en 300, también de Snyder).

Estamos frente a un saqueo cuya fórmula (un diálogo “serio”, un flashback, una escena de acción, introducción de nuevo personaje, otra escena de acción, repite) velozmente se torna aburrida. La única diversión versa en reconocer el origen de los robos, como es el caso con los encuadres (¡la cámara es operada por Snyder!) que en no pocas ocasiones hacen homenaje a Michael Bay.

Sin duda, Rebel Moon será un éxito: las hordas de recalcitrantes seguidores verán oro donde solo hay mirra, y alzarán una vez más como campeón a un rey que va desnudo (o sin camisa).

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