Para nadie es sorpresa que los Oscar rara vez premian lo realmente destacado en la filmografía mundial. No pocas veces han dejado fuera de la fiesta a auténticas obras maestras.
Este año no es la excepción, por ello aquí les presentamos al menos cinco películas que debieron ser nominadas a la estatuilla dorada.
TITANE (MUBI)
La segunda cinta de Julia Ducournau, ganadora de la Palma de Oro en Cannes, es una cinta absolutamente transgresora, con actuaciones espectaculares (particularmente la de Agathe Rousselle, quien entrega todo en pantalla). Ninguna otra cinta en el año fue más original, delirante, arriesgada y propositiva. Una cinta que merecía ser nominada pero que era demasiado ruda para la siempre tibia academia.
PIG (próximo estreno)
Nicolas Cage entrega una de las mejores actuaciones de su carrera en esta película sobre la pérdida, la memoria y la integridad. La cocina como el arte primario que nos separa de las bestias. Cage es aquí un chef retirado, que vive como ermitaño y que regresa a la ciudad en búsqueda de su cerdo trufero, que le fue robado. Una cinta absolutamente conmovedora que merecía una estatuilla dorada.
The Lost Daughter (Netflix)
La maternidad vista no como el pináculo de la existencia femenina, sino como una encrucijada que obliga a elegir entre los hijos y el desarrollo personal. Si bien la actuación de Olivia Colman está nominada al Oscar, la película misma merecía ser nominada a Mejor Película (¿qué hace ahí CODA, por dios?).
The Green Knight (Prime Video)
Pocas películas tan visualmente impactantes el año pasado como The Green Knight. Adaptación de Sir Gawain y el Caballero Verde, un romance escrito en el siglo XIV que bajo la dirección de David Lowery se transforma en una reflexión sobre la vida: ¿qué es una buena vida?, ¿vale la pena vivir una larga vida sin honor?, ¿es preferible la muerte, pero con la dignidad intacta? De mínimo la academia debió nominarla a Mejor Fotografía, pero ni eso. Allá ellos.
Noche de Fuego (Netflix)
No, no es un ataque de nacionalismo, la extraordinaria cinta de Tatiana Huezo (sobre cómo unas niñas viven su preadolescencia en un pueblo azotado por el narco) tenía todo para ser nominada a Mejor Película Internacional. Fue enviada para competir en esa categoría y no llegó a la final. Ya habiendo visto Drive My Car (la segura ganadora), debo decir que Noche de Fuego está a la altura. Ni modo.
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