A Boba Fett tan sólo le tomó cuatro líneas de diálogo y menos de siete minutos a cuadro (en un total de dos películas) para convertirse en un fenómeno dentro del fenómeno mismo que es Star Wars.
Diseñado por Ralph McGuire (el mismo que diseñó a los Stormtroopers y a Darth Vader), el personaje estaba pensado para ser un ejército de “Super Troopers”, pero por cuestiones de presupuesto la idea fue desechada, quedando como un personaje secundario.
¿Por qué Boba Fett se volvió tan popular? Dos razones. Resulta que la primera edición de la figura de Boba Fett nunca llegó a tiendas debido a temas de seguridad (incluía un misil potencialmente peligroso para los niños) lo cual hizo que su valor se fuera a las nubes. Las copias de ese juguete hoy día alcanzan cifras de seis dígitos.
La segunda razón es más “cinematográfica”. Con su diseño, McGuire logra emular el aspecto de Clint Eastwood en el clásico de Sergio Leone: El Bueno, el Malo y el Feo (1966). El arma, el poncho e incluso la característica mirada de Eastwood encuentra una copia futurista en el icónico casco en forma de “T” de Boba Fett.
Devorado por un monstruo en Return of the Jedi (1983), Fett regresa casi 40 años después en The Book of Boba Fett, serie de Disney Plus donde se nos explica cómo escapó de la muerte.
Pero más que revivirlo, Disney lo trajo de vuelta para rematarlo. Y es que, amén de si resulta creíble la forma en que sobrevivió al Sarlacc (el monstruo que lo engulló), lo que hacen John Favreu y Dave Filoni (creador y guionistas de la serie) es deslavar al personaje. Quien originalmente era un mercenario a sueldo, ahora se convierte en un tipo bonachón que genera empleos (le da chamba a una pandilla de motociclistas galácticos), perdona vidas (se muestra bondadoso con un wookie asesino que casi lo mata) y ayuda a comunidades marginadas (Sand People).
Con buenas secuencias de acción, pero un guión soporífero, lo único que parece funcionar es el fan service. Los episodios 5 y 6 lo confirman: Boba Fett no aparece en ellos y hasta el momento son los mejores de la serie.
Se podría argumentar que le pedimos demasiado a esta serie porque The Mandalorian (de donde surgió este spin off) es sin duda una de las mejores historias de Star Wars desde la trilogía original. Pero aún con ello, no se puede entender la decisión de destruir la personalidad de Boba Fett en aras de seguir con esta ola purificadora de villanos clásicos (desde Maléfica hasta Cruella y ahora Fett).
La muerte le sienta bien a Boba Fett, así pues, que muera de nuevo, al fin y al cabo siempre tendremos en la memoria a aquel personaje sin pasado, de pocas palabras, gatillo fácil, que hacía de la galaxia un lugar más cool.
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