La frase en el póster de Emergency (EU, 2022) afirma “No es lo que parece”, y en efecto, el segundo largometraje de Carey Williams es una cinta que se viste como comedia adolescente de excesos —algo así como Animal House (Landis, 1978), Superbad (Mottola, 2007), o Project X (Nourizadeh, 2012)—, pero cuando llegamos al extraordinario final nos damos cuenta que todo el tiempo estuvimos frente a otra cinta, mil veces más interesante e inteligente.
La trama es una variación de las películas ya mencionadas: dos mejores amigos, Kunle (Donald Watkins) y Sean (RJ Cyler), están a punto de graduarse. Ambos son la típica pareja dispareja: Kunle es un matado
preocupado por el futuro, mientras que Sean sólo quiere salir, fumar mota y romper el récord de acudir a las siete mejores fiestas del campus en una sola noche.
En esas andan cuando, al llegar a la casa (que comparten con otro estudiante, a la sazón un mexicano) encuentran en la sala a una jovencita blanca, rubia, ¿desmayada?, ¿muerta?, ¿intoxicada? acaso todas las anteriores. Kunle quiere dar parte a la policía, pero Sean y Carlos (Sebastián Chacón) le replantean el escenario: ¿sabes lo que pasará cuando la policía llegue y vea a dos negros y un mexicano con una gringuita que en el mejor de los casos está inconsciente? Por supuesto, los policías gringos no se van a detener a “virigüar”, sino que meterán a todos al bote.
Los tres amigos deciden llevar a la muchachita al hospital más cercano trepándola —cual remake de Weekend at Bernie‘s (Kotcheff, 1989)— a la camioneta de uno de ellos.
Así, los jóvenes pasan por las típicas situaciones que suceden en cintas como esta: alcohol, drogas y algo de humor escatológico. Pero entre broma y broma, el Black Lives Matter se asoma, porque todos entendemos que si bien su único delito es haber fumado o bebido algo, su color de piel los condenará, aunque en el fondo lo que intentan es salvarle la vida a la señorita blanca.
Se trata de ese tipo de cintas que, como After Hours (Scorsese, 1985), todo sucede en una sola noche, pero cuando llegamos al final, nos damos cuenta que en realidad estábamos viendo otra cinta y que, en efecto, ser joven y negro en Estados Unidos puede ser muy peligroso.
El ominoso desenlace siembra una duda en el espectador: Kunle rompe la cuarta pared y nos hace pensar, ¿lo que acabamos de ver es realmente el final, o pasó lo que la historia reciente de aquella nación nos ha mostrado que sucede en ese tipo de situaciones?
No lo sabremos porque de inmediato saldrán los créditos finales y, con la boca abierta, apenas y tendremos registro de cómo esta extraordinaria película nos ha engañado con la verdad.
Emergency se puede ver en Prime Video.