En su cinta más celebrada, Las Niñas Bien (2018), la directora Alejandra Márquez Abella hace una crónica sobre cómo su protagonista —Sofía (Ilse Salas), una mujer casada con un millonario en el México de los años 80— está a punto de perderlo todo (casa, autos, dinero y posición social) a causa de la crisis sexenal que arreciaba en el gobierno de López Portillo.
Ahora, en su más reciente largometraje, la cineasta regresa al mismo tema, pero en un escenario completamente diferente: el rancho al norte del país, donde el patriarca está por perderlo todo (la tranquilidad, su patrimonio y a su familia) a causa de otra externalidad provocada también por la ineptitud gubernamental: la inseguridad que todo lo acecha.
Basada en una anécdota real, El norte sobre el vacío (México, 2022) nos presenta a Don Reynaldo (estupendo Gerardo Trejoluna) y a su familia (su único hijo varón, dos hijas y su esposa) quienes viven en un enorme rancho ubicado en algún lugar de Monterrey. Cuando la película inicia lo vemos practicando la caza, actividad en la que supuestamente es muy bueno, pero algo le pasa a media cacería que pierde de vista a un potencial trofeo.
Esto no es sino el inicio de la decadencia. Don Rey (como también llaman a Don Reynaldo) no sólo está perdiendo el tino, sino que su poder e influencia en la familia cada vez va disminuyendo. Ansioso por seguir siendo el centro de atención en la vida de todos, invita a su familia a pasar la Semana Santa, los aburre con anécdotas y les exige saber la historia familiar.
Durante todo este momento, Márquez Abella, junto con su estupendo equipo (cámara de Claudia Becerril Bulos, montaje de Miguel Schverdfinger y la pista sonora de Tomás Barreiro) generan atmósferas oscuras mediante toda serie de recursos: planos secuencia, dolly’s, travellings y una banda sonora que construye una permanente sensación de peligro.
Cuando al fin la amenaza se hace presente, la película cambia: de un thriller pasamos a un western, donde dos fuerzas, al parecer inamovibles, se enfrentan. Don Rey no cederá (al menos no tan fácil) ante las presiones externas, así eso le cueste tener que abandonar a su familia con tal de defender su propiedad, que no es sino la manifestación física de su propia historia.
Estamos frente a un fantástico ejercicio de estilo con un manejo de espacios soberbio. Un ambiente ominoso constante termina por invadir toda la cinta en una experiencia a fuego lento tan fascinante como intoxicante.
¿Hasta dónde estaremos dispuestos a llegar cuando la maldad que recubre al país toque a nuestra puerta? La decadencia es inevitable, pero Don Rey no está dispuesto a claudicar.
El norte sobre el vacío se puede ver en la plataforma Prime Video.
