La jueza de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg (fallecida el 19 de septiembre pasado) dedicó su brillante carrera a fomentar leyes a favor de la igualdad de género. “No pido ningún favor para mi género, sólo le pido a nuestros hermanos que quiten su pie de nuestros cuellos”. La frase no era de Ginsburg (pertenecía a la abolicionista Sarah Grimké), pero la repetía como mantra personal que encerraba el sentido absoluto de su lucha.
A lo largo de su valiente carrera, Ginsburg se convirtió (sin buscarlo) en una figura de la cultura popular. No sólo inspiró a la publicación de decenas de libros sobre derecho e igualdad, sino que su propia imagen se convirtió en objeto de culto pop presente en tazas, playeras, muñecos y más. Su nutrida base de fans fue quien la llamó con el mote de The Notorious RBG.
Hollywood no se mantuvo al margen y sobre Ginsburg se hicieron dos cintas. La primera, On the Basis of Sex (Mimi Leder, 2018) es una cándida biopic con Felicity Jones interpretando a una Ruth Bader que, gracias al apoyo de su marido (Armie Hammer), puede cursar leyes en una época donde era mal visto que una mujer no se quedara en casa a cocinar.
Aunque de buenas intenciones, la película dibuja un retrato erróneo de la magistrada Ginsburg, haciéndola pasar como una mujer luchona y respondona cuando en la vida real se trataba de una dama muy correcta, imperturbable, pero inamovible en cuanto a sus convicciones.
Mucho más interesante resulta RGB (Cohen & West, 2018) documental donde la propia Ginsburg narra aquellos años en la muy machista Harvard, la dificultad de ejercer la abogacía por el simple hecho de ser mujer y además analiza aquellos primeros casos donde, con toda paciencia, la abogada explicaba a los magistrados qué era la discriminación por género y cómo es que estaba incrustada en muchas leyes de Estados Unidos.
Afable, de pocas palabras, seria pero con mucho sentido del humor, Ruth Bader Ginsburg se muestra como una apasionada de su profesión que nunca se dejó influir por su status de ícono pop y que tampoco se dejó amedrentar por los muchos insultos de sus opositores.
Si acaso el problema de este documental es que parte de la admiración absoluta por el personaje, ¿pero como no admirar a esta abogada que luchó por el derecho de las mujeres a no ser despedidas por su embarazo, a no ser discriminadas por su género y a ganar lo mismo que un hombre en el mismo puesto?
Si aún se duda sobre la importancia de Ginsburg, ya se especula que su ausencia terminará por pavimentar el camino de Donald Trump rumbo a la reelección. Así de importante e influyente fue la muy notoria RBG.