Blackberry: el teléfono que el iPhone mató

25 de Noviembre de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

Blackberry: el teléfono que el iPhone mató

alejandro aleman

Algunos de ustedes lo recordarán, otros no habrían ni nacido, pero por ahí del año 2003 no eras absolutamente nadie en el mundo corporativo (por no decir en el mundo godín) si no poseías una Blackberry.

¿Y qué es una Blackberry?, se preguntarán los amigos centennials. Una Blackberry era un dispositivo similar a un Bíper (¿y qué es un Bíper?) que te permitía mandar y recibir correos electrónicos e incluso (ya en versiones posteriores) hasta hacer llamadas telefónicas, todo gracias a un teclado físico completo.

Es el predecesor más importante del smartphone tal como lo conocemos hoy día. En su momento de gloria, Blackberry tenía 45% del mercado global. Hoy esa cifra se reduce a cero.

¿Y quién mató a la Blackberry? Por supuesto, el iPhone. El 9 de enero de 2007, Steve Jobs disparó la bala de plata que aniquiló por completo a la empresa. “¿Por qué alguien querría un teléfono sin teclado?”, fue la frase lapidaria en la tumba de Blackberry.

En Blackberry (Estados Unidos, 2023), el realizador Matt Johnson, nos lleva por un viaje a esa era en la que el DOOM II era el juego que dominaba en las PC, la Gamepro y la EGM eran la biblia de todo gamer y uno de los fracasos más sonados en el mundo de los smartphone, ¡era de Apple! (ironías): la infame Newton.

Es en ese mundo nerd donde los ingenieros y mejores amigos Mike Lazaridis (Jay Baruchel) y Douglas Fregin (el propio Matt Johnson) fundan la empresa que crearía el dispositivo más revolucionario de la época, aquel que llevó el internet a la palma de nuestras manos. Pero estos dos nerdazos, treintañeros, fans del cine palomero, eran incapaces de hacer negocios.

Es aquí cuando entra en escena el villano (¿?) de esta historia, Jim Balsillie (espectacular Glenn Howerton), un viejo pirata de la industria que se ofrece a ayudar a este par de nerdos a cambio de ser nombrado CEO.

Así, Balsillie se convierte en el único adulto en medio de este jardín de geeks brillantes e indisciplinados. La combinación de ingeniería, negocios e innovación, es lo que lleva a Blackberry a la estratósfera y de regreso, en una de las historias de fracaso más increíbles de la industria.

El guión (basado en la novela Losing the Signal) no se complica: sin ser una vil sucesión de eventos, vemos el inicio, el ascenso y la caída, filmadas a un ritmo fenomenal.

La edición en sincronía con la música, el soundtrack perfecto, la atmósfera de la época, y esa cámara al hombro (a cargo de Jared Rabb) que si bien recurre al viejo truco de emular un documental (¿alguien dijo The Office?), sigue las emociones de sus personajes: la furia de Balsillie, el temor de Lazaridis y la franca estupidez de Fregin.

¿Por qué nos gustan tanto las historias de fracaso? Blackberry es una historia de fracaso muy bien contada, con muy buenas actuaciones y con una importante moraleja: jamás confíes en nadie que no haya visto Star Wars.

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