Alejado de la típica nostalgia revisionista del “todo tiempo pasado fue mejor”, 1971: The Year That Music Changed Everything es una serie documental sobre cómo los turbulentos hechos políticos y sociales de los años 70 le dieron forma a la música popular que pasó de ser mero entretenimiento a convertirse en toda una máquina de protesta y rebeldía.
Basado en el libro Never a Dull Moment de David Hepworth, el director Asif Kapadia (lo recuerdan por sus extraordinarios documentales: Amy, sobre la vida y obra de Amy Whinehouse, y Senna sobre el famoso corredor de autos) impregna en esta serie —exclusiva de Apple TV— su muy característico estilo en el que la voz en off y el material de archivo son los que narran la historia.
A lo largo de ocho episodios, Kapadia ilustra el contexto social que dio lugar a la creación de canciones que de inmediato se volvieron algo más que simple rock & roll, para convertirse en los himnos de protesta de toda una generación.
La serie inicia con la emblemática What’s Going On? de Marvin Gaye, quien compuso aquella mítica canción inspirado por la experiencia de su hermano en Vietnam, pero cuyos arreglos, cercanos al jazz, la convirtieron en un caballo de Troya perfecto: los adultos la cantaban, pero los jóvenes entendían realmente de qué trataba.
Así, mediante toneladas de material de archivo (inédito en su mayoría), el documental va recorriendo la música de John Lennon, George Harrison, The Who, Led Zeppellin, David Bowie, The Rolling Stones y muchos más, mostrando las conexiones entre la música y las protestas estudiantiles, las masacres de militares y las reacciones del gobierno de Nixon, quien decía que todos esos jóvenes que protestaban “no vivían en el mundo real”.
Y aunque la música es el pretexto, es claro que a Kapadia le es de suma importancia recalcar el proceso creativo y la historia que lo alimenta, aprovechando el material de archivo en la construcción de una poderosa narrativa que mantiene el interés durante los ocho episodios de esta serie.
Por ejemplo: esta secuencia brillante del primer episodio donde empata la pelea de Joe Frazier contra Muhammad Ali con la narración de uno de los activistas que entró a las oficinas del FBI para robar los documentos donde se demostraba que el buró urdió un complot contra los protestantes.
Al final el sentimiento no deja de ser agridulce: las protestas raciales y la brutalidad policiaca actual demuestran que en realidad poco ha cambiado. En todo caso el llamado es a no ser indiferente y a combatir la brutalidad haciendo arte. ¿La actual generación de músicos logrará algo similar en el futuro? ¿Acaso les interesa?
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