La economía de México ha sorprendido a expertos que veían poco probable el crecimiento estimado por la Secretaría de Hacienda, pero las cifras revelan una gran resiliencia que está moviendo las expectativas positivamente y todo porque los hogares están gastando más y consumen más productos y servicios, a pesar de que son más caros por los efectos que la inflación provocó.
La entrada de remesas, una expansión del mercado laboral más amplio a lo esperado, los aumentos al salario mínimo y los programas sociales son parte de que el consumo de los hogares mexicanos esté abonando a que la economía de México crezca, pero hay un pequeño bemol en este indicador: se ha adquirido más crédito al consumo, que significa un alto riesgo en una economía que apenas se recuperó.
Según la Coface, firma global de seguros, México está apoyado por el consumo de los hogares y por la entrada de inversión extranjera directa IED.
“En el primer trimestre de 2023, el consumo de los hogares fue el indicador que más contribuyó al crecimiento en la comparación trimestral. De cara al futuro, es poco probable que se sostenga la tasa de crecimiento observada en los últimos dos trimestres, debería perder fuerza gradualmente”, indicó a ejecentral Patricia Krause, economista en jefe para América Latina de Coface.
La demanda de crédito se ha incrementado y es un arma de doble filo, porque por un lado los consumidores del país piensan que la economía continuará mejorando en los próximos meses, muestra la encuesta de confianza del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), junto con el Banco de México.
A pesar de ese optimismo hay escenarios que pueden deteriorarlo, como una recesión en Estados Unidos, un escenario adverso que le puede dar un descalabro más profundo a los hogares, pues ese dinero a crédito podría caer en impago, lo que dañaría la recuperación económica y posiblemente la contraería.
Clave en el consumo de hogares
Las autoridades esperan un mayor crecimiento en el empleo lo que traería más demanda y expansión de mercancías y servicios, pero tiene riesgos que no se están poniendo sobre la mesa, como la falta de mano de obra calificada.
Algunos expertos opinan que nuestro país se enfrentará a una batalla por el personal capacitado, es decir, habrá un déficit de trabajadores calificados y pondrá en aprietos a las compañías que están llegando a un ritmo más acelerado de lo que las universidades son capaces de formar egresados aptos para las tareas.
Valeria Moy, directora del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), explicó que hay un reclamo de las empresas porque no hallan el personal y si lo encuentran, en poco tiempo abandonan a las compañías. “Querétaro: ya no nos damos abasto, tenemos una rotación enorme, entran las personas y se quedan tres meses y se vuelven a ir, y se van otra empresa y no tenemos gente, ¿y qué vamos a hacer? Hoy, creo que el reclamo está por todos lados, está en el sur, centro, norte, Estados Unidos, Canadá.Más que un reclamo una realidad. No encontramos trabajadores que puedan darle cabida a lo que nosotros estamos buscando y que cumplan con los requisitos que nosotros necesitamos”, externó la ejecutiva la situación de las empresas en México en un foro de la Coparmex.
Para la directora de la Coface si la tendencia de nearshoring se muestra sólida a mediano y largo plazos, debería crear mayores oportunidades de empleo, mejorando la calidad.
Marco Rubio, CEO de una pequeña firma de hardware en Querétaro, señala a ejecentral que “lo más difícil es conservar a los elementos que ya fueron capacitados, que a pesar de tener salarios competitivos no están dispuestos a quedarse en la empresa por un tiempo prolongado, se van”.
Señala que contrario a la creencia de que no hay trabajo, es lo opuesto, y personas que sí están dispuestas no tienen las aptitudes necesarias y en algunos no están dispuestos a aprender y, en otros casos, los trabajadores se vuelven un dolor de cabeza, ya que solo buscan un beneficio económico por medio de demandas laborales y es a lo que las nuevas empresas tienen que enfrentarse.
El problema apenas comienza, y podría ser un freno para la expansión en el consumo interno, al haber trabajos disponibles, pero falta de personas capaces.