Iniciando la cuarta semana de juicio en la corte federal de Brooklyn, por primera vez se escuchó la voz de Genaro García Luna. “Sí señor, es mi decisión”, respondió el exsecretario de Seguridad Pública Federal cuando el juez Brian M. Cogan le preguntó si rechazaba su derecho a testificar. “Sí señor, así es”, reiteró.
Con la presencia de su esposa, Linda Cristina, y su hijo Genaro, la sala de audiencias recibió al testigo “relevante” de la Fiscalía, Jesús Reynaldo Zambada García El Rey, el primer testigo cooperante del gobierno que aseguró haber entregado directamente a García Luna sobornos por cinco millones de dólares a cambio de protección al Cártel de Sinaloa y sus líderes.
Aunque sin más evidencias que lo corroboraran, Jesús Zambada reiteró hoy en el estrado lo que en 2018 soltó al testificar en el juicio de Joaquín Guzmán: directamente entregó dinero al extitular de la SSP para garantizar la expansión del Cártel y sus operaciones, y también para proteger a sus líderes y frenar investigaciones sobre ellos, incluyendo su hermano, Ismael El Mayo Zambada.
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Dos reuniones en un restaurante en Paseo de la Reforma, a unos metros de la embajada estadounidense en 2006 fueron las ocasiones que aseguró El Rey que se reunió con García Luna para entregarle dinero; sin embargo, las redes de corrupción que tejió el Cártel abarcan una amplia lista de funcionarios y dependencias de gobierno tanto federales como locales.
Así lo describió Zambada García, que en coincidencia con lo dicho por otros testigos, aseguró que el nivel de corrupción que logró penetrar en las instancias de seguridad alcanzó el grado, por ejemplo, de que él mantuvo prácticamente el control del aeropuerto de la Ciudad de México para garantizar el tráfico de armas y drogas, para lo cual mantenía en la nómina del Cártel a agentes de la entonces PGR, la extinta AFI, la Policía Federal, incluyendo a las autoridades en puertos y carreteras del país.
Según las declaraciones de Zambada un abogado de nombre Óscar Paredes, colaborador de confianza de su hermano “El Mayo” habría sido el encargado de coordinar los encuentros entre el capo y García Luna, además de ser el responsable de entregar los sobornos a cercanos del exsecretario.
“Yo era la persona que le daba el dinero a Óscar (Paredes) y él se lo daba a (Luis Cárdenas) Palomino -exmando de la Policía Federal-. Estos pagos siempre tenían hacerse”, refirió el testigo.
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Después de sufrir el secuestro de su hijo a manos de la banda de La Flor en febrero de 2008, del cual fungió como testigo el empresario y abogado Óscar Paredes Echegaray fue asesinado a tiros la madrugada del 20 de agosto de 2010, al interior del bar Bengala en la colonia Roma.
Sin embargo, dicho nivel de corrupción también implicó que los propios integrantes del Cártel participaran en operativos y detenciones, como declaró Sergio Villarreal Barragán El Grande el 23 de enero pasado, cuando aseguró que él, junto con otros sicarios disfrazados de agentes de la AFI participaron en la detención de Zambada García en 2008, lo cual fue corroborado hoy por el propio capo.
Según “El Rey” Zambada en el operativo de octubre de 2008 cuando fue detenido, en realidad se trata de una operación de la fracción de los Beltrán Leyva que buscaba asesinarlo, con el apoyo de falsos agentes con uniformes de la AFI, a cargo de García Luna, pero con el apoyo de sus “amigos”, refiriéndose a la Policía del entonces Distrito Federal (al mando entonces de Manuel Mondragón y Kalb) es que la intervención de los policías capitalinos por detenerlo evitó que fuera asesinado.
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