El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, renuncia a su cargo

2 de Diciembre de 2024

El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, renuncia a su cargo

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Foto: AFP
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Conte presentó su renuncia al presidente de la República, Sergio Mattarella, quien iniciará el miércoles las consultas políticas para formar un nuevo gobierno

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, renunció este martes al cargo, lo que genera mucha incertidumbre, aunque no se descarta que logre nuevos aliados para un tercer mandato ante la grave crisis económica y la emergencia sanitaria que atraviesa Italia.

Conte presentó su renuncia al presidente de la República, Sergio Mattarella, quien iniciará el miércoles las consultas políticas para formar un nuevo gobierno, indicó en una nota oficial.

El jefe de gobierno seguirá en funciones para encargarse “de los asuntos corrientes”, precisa el comunicado de la presidencia de la República.

La renuncia de Conte marca el inicio de otra crisis política en Italia en plena pandemia, aunque por ahora no ha generado reacciones negativas en los mercados en la bolsa de valores de Milán.

“La crisis política podría afectar los esfuerzos para decidir e implementar una estrategia de crecimiento post-covid”, comentó este martes la agencia calificadora Fitch.

El jefe del Ejecutivo perdió el apoyo a mediados de enero del pequeño, pero clave, partido Italia Viva del ex primer ministro Matteo Renzi, una formación de centro que critica su gestión de la pandemia así como el gigantesco plan de más de 200.000 millones de euros de la Unión Europea para la reconstrucción del país.

El segundo gobierno de Conte, formado en septiembre de 2019, gracias a la coalición entre el PD (centro-izquierda) y el Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema), llegó a su fin este martes después de 509 días de vida.

Negociar con independientes y moderados

Conte, que quiere seguir en el cargo, espera obtener apoyos para un tercer mandato de sectores independientes, tránsfugas y de centro.

Por su parte, la oposición ultraderechista pide que se convoquen elecciones lo antes posible, convencida de ganarlas, mientras la derecha moderada liderada por Silvio Berlusconi se ofrece para apoyar un Ejecutivo de unidad nacional, que le garantice entre otras al magnate llegar a la soñada presidencia de la República.

El primer ministro, un abogado sin experiencia política, ha resultado ser un “camaleón”, por lo que ha podido gobernar con la derecha y con la izquierda.

La decisión ahora está en manos del presidente Mattarella, árbitro de la situación, según el sistema parlamentario vigente en Italia.

Un eventual tercer gobierno presidido por Conte, llamado ya por la prensa el “Conte ter”, tendría como objetivo aplicar planes claves para reactivar la tercera economía de la zona euro tras una pandemia que se ha cobrado 85 mil vidas.

“Con un gobierno que ha dimitido, todo se vuelve más lento y más difícil”, advirtió el canciller Luigi Di Maio, entre los líderes del M5E.

La búsqueda del consenso resulta por ahora muy complicada y aunque cuenta con el PD y el M5E, debe pactar con el desleal Renzi, lo que parece por ahora difícil, así como con sectores de la derecha moderada y los “europeístas”.

La renuncia fue decidida para evitar una humillación política el miércoles en el Senado, con ocasión del voto de las reformas propuestas por el ministro de Justicia, Alfonso Bonafede, uno de los líderes del M5E, y que incluía la adopción de nuevas normas para los juicios civiles y penales y la abolición de la controvertida prescripción tras la primera condena.

Para evitar su caída la semana pasada, Conte tuvo que comparecer ante el parlamento para un voto de confianza de ambas cámaras.

El jefe del ejecutivo, que superó ampliamente la votación de la Cámara de Diputados, la supero en cambio de forma muy ajustada en el Senado y salió debilitado.

Desde la Segunda Guerra Mundial, Italia ha tenido 66 gobiernos, casi uno por año, un juego político al que está acostumbrada. JMR