Avanzar en una transición justa y con bajas emisiones de carbono podría ayudar a México a movilizar inversiones, mejorar la competitividad, potenciar el desarrollo e incluso abordar la vulnerabilidad social. Según las estimaciones del World Resources Institute (WRI), presentadas hoy en la COP28, la transición aportaría 24 mil 950 millones de dólares adicionales en el PIB de México para 2050, equivalente a 1.6 por ciento del PIB de 2022.
Jose Luis Samaniego, director de WRI México, comentó algunos de los detalles del documento recientemente publicado en una plenaria organizada por el CAF - Banco de desarrollo de América Latina y el Caribe en la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28) en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
Samaniego explicó en el Pabellón para América Latina y el Caribe de la COP28, que en la región en general, solamente medio punto del PIB puede considerarse financiamiento climático bien alineado, “y
deberíamos de estar aumentando eso a entre siete y 10 veces… hacer que todo el financiamiento… esté correctamente orientada hacia lo verde”.
El experto señaló algunos errores que ha habido en “la ruta mexicana” hacia esa meta. Por ejemplo, entre los segundos está que al introducir el primer impuesto al carbono a nivel nacional en 2013 se hiciera en pesos y no ligado al tipo de cambio, “y por supuesto con las devaluaciones, el impuesto a pasar a representar prácticamente la nada misma” y no ha desincentivar las inversiones altas en carbono.
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Pero también comentó aciertos recientes, como la creación por parte de la Secretaría de Hacienda de una taxonomía, que permitirá, por ejemplo, dejar de financiar lo que no sea sustentable o verde y fortalecer la política de gastar en adquisiciones verdes.
También mencionó que hace falta “salirse de las alternativas solamente tributarias”, y empezar a “meter los costos sociales del carbono en la evaluación de la inversión pública”, porque eso permitiría valorar los proyectos de una forma distinta y optar los más verdes frente a los que no lo son.
Las conclusiones y propuestas de Samaniego, que por cierto coinciden en lo general con las comentadas hace unos días para la región en general, están incluidas en el documento “Una transición económica socialmente inclusiva para México: Identificando las oportunidades y beneficios de una mayor acción climática” publicado por el WRI.
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