El cambio de estación es un espectáculo natural que muchas personas esperan con anticipación, desde las hojas que caen y hasta el refrescante aire otoñal. Sin embargo, el paso del verano al otoño no sólo implica guardar las sandalias y sacar los abrigos; también es un momento clave para el cuidado del cabello.
El verano, con su intensa exposición solar, el cloro de las piscinas y el salitre del mar, pueden ser bastante agresivos para nuestra melena, dejándola seca, quebradiza y sin brillo. A esto, se suma que el otoño trae consigo un aire más seco y frío que puede deshidratar aún más nuestro cabello. Por lo tanto, el entretiempo entre estas dos estaciones es esencial para restaurar, hidratar y preparar nuestra cabellera para los meses más fríos.
Así que es importante que pongas manos a la obra, para lograr una melena espectacular.
Tratamientos hidratantes profundos
Después de la exposición al sol, es crucial reintroducir la humedad en el cabello. Las mascarillas hidratantes a base de aceites naturales, como el aceite de coco o argán, pueden ser tus mejores aliadas.
Proteínas para fortalecer
La queratina y las proteínas ayudan a reparar el cabello dañado. Los tratamientos de queratina pueden ser especialmente útiles para quienes sienten su cabello frágil o con puntas abiertas después del verano.
Aceites esenciales
Estos aceites no sólo proporcionan nutrición sino que también sellan la cutícula del cabello, previniendo la pérdida de humedad. El aceite de jojoba, por ejemplo, es excelente para regular la producción de sebo en el cuero cabelludo.
Vitaminas y suplementos
A veces, el cuidado del cabello no es sólo externo. Suplementos como la biotina o el zinc pueden fortalecer el cabello desde dentro, dándole un aspecto más saludable y fuerte.
Cortar las puntas
Aunque no es un tratamiento per se, cortar las puntas después del verano ayuda a eliminar las partes más dañadas y a darle un nuevo comienzo a tu melena.
Además, para lograr el mejor cuidado, toma en cuenta esto:
Evita las herramientas de calor. El uso excesivo de secadores, planchas o tenazas puede dañar la estructura del cabello. Si es necesario usarlos, no olvides un protector térmico.
Dieta equilibrada. Lo que comemos se refleja en nuestro cabello. Asegúrate de consumir suficientes proteínas, omega-3 y vitaminas.
Limita los químicos. Tintes, decoloraciones y otros tratamientos químicos pueden ser agresivos. Si los usas, asegúrate de darle a tu cabello los cuidados extra que necesita.
Cepilla con cuidado. Utiliza un cepillo de cerdas naturales y evita desenredar el cabello cuando esté mojado para prevenir la rotura.
Protégete del sol. Aunque estamos hablando del paso del verano al otoño, no hay que olvidar que el sol sigue siendo intenso. Usa sombreros o productos con protección solar para cabello.
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