El Nobel “contra” la teoría económica

8 de Octubre de 2024

El Nobel “contra” la teoría económica

Promos_461 Premio Nobel de Economía

El diseño de “experimentos naturales” de los premiados de este año ha ayudado a eliminar muchas concepciones erróneas en las ciencias económicas

El premio Nobel de Ciencias Económicas de este año se les otorgó a tres científicos por el desarrollo de metodologías para poner a prueba conclusiones a las que se haya llegado de manera teórica a partir de observaciones. Estas metodologías han resultado fundamentales para resolver temas que afectan las vidas de millones de personas sobre los que antes sólo se podía especular con base en ideas y fórmulas matemáticas.

Quizá el ejemplo más notable es el de David Card, de la Universidad de California en Berkeley, quien recibió la mitad del premio “por sus contribuciones empíricas a la ciencia económica sobre el trabajo”. Uno de los “experimentos naturales” más famosos de Card fue el que hizo con Alan B. Krueger (fallecido en 2019) al descubrir que aumentar el salario mínimo no conduce necesariamente a una reducción en los puestos de trabajo, como afirman muchos teóricos.

Card y Krueger identificaron lo que en un experimento clínico en medicina se llamaría un “grupo de tratamiento”, que eran restaurantes en Nueva Jersey, donde el salario mínimo se incrementó de 4.25 dólares por hora a 5.05 dólares, y un “grupo de control” en un grupo de restaurantes en Pensilvania, donde el salario no aumentó. De acuerdo al reporte que publicaron en The American Economic Review en 1994, el empleo en Nueva Jersey no se vio afectado.

Card también ha analizado los efectos de la inmigración y la educación en el mercado laboral y demostró que los ingresos de las personas de un país pueden beneficiarse por una nueva inmigración, mientras que las personas que inmigraron en un momento anterior corren el riesgo de verse afectadas negativamente.

La otra mitad del Premio Sveriges Riksbank de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel fue para Joshua D. Angrist, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), y Guido W. Imben, de la Universidad de Stanford, “por sus aportes metodológicos al análisis de las relaciones causales”.

En las ciencias sociales, las relaciones de causa y efecto son muy difíciles de dilucidar y pueden tener un componente de comportamiento humano que complica el análisis; pero también a mediados de la década de 1990, Angrist e Imbens hicieron lo que la Real Academia Sueca llama “contribuciones fundamentales” en la metodología de tratamiento de los experimentos naturales.

En particular, demostraron que, incluso cuando los individuos se ven afectados de manera diferente por el “tratamiento” y pueden elegir si cumplen o no con la asignación del experimento, es posible estimar el efecto del tratamiento.

“Sin embargo, la contribución combinada de los galardonados es mayor que la suma de las partes individuales”, señaló la Academia.