Ante el rápido crecimiento de Ómicron en todas las regiones del mundo, distintos países han sumado y endureciendo las medidas restrictivas para la población de cara a las festividades de fin de año ante el temor de una nueva saturación de los servicios de salud.
El aumento de casos relacionados a Ómicron en Gran Bretaña provocó que las autoridades de Francia endurecieran las medidas para los visitantes que provengan de esta región con controles más estrictos que limitan las razones para viajar entre estos dos países; además, las pruebas para poder entrar a la nación gala sólo tendrán una validez de 24 horas.
Suecia también endureció sus fronteras ante el crecimiento de infecciones, e incluso solicitará un pase de vacuna a otros países nórdicos, una medida que se reservaba para naciones de otras regiones o con altos números de contagios.
Finalmente, las autoridades de Corea del Sur limitaron las reuniones de todo tipo a un máximo de cuatro personas que deben estar totalmente vacunadas, mientras que los establecimientos de comida no podrán operar después de las 9 de la noche hasta el próximo año.