El presidente Andrés Manuel López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard desairaron la Cumbre por la Democracia a la que convocó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Mientras que las 92 naciones invitadas enviaron a sus presidentes y primeros ministros, México dejó dicha encomienda al embajador Esteban Moctezuma.
La intención del presidente Biden es contrarrestar la influencia de Rusia y China, al señalar los riesgos de la democracia ante gobiernos autoritarios.
En la cumbre se invitó a más de 90 naciones, sin embargo, otras quedaron fuera, como Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, Turquía, Hungría, Bangladesh y Singapur.
Durante la Cumbre por la Democracia, Estados Unidos, Australia, Dinamarca y Noruega anunciaron la implementación de la Iniciativa de Controles de Exportación y Derechos Humanos que intenta limitar que los gobiernos autoritarios usen las tecnologías para violentar las garantías fundamentales de las personas disidentes.
“Los gobiernos autoritarios utilizan cada vez más herramientas de vigilancia y otras tecnologías relacionadas en relación con graves abusos de los derechos humanos, tanto dentro de sus países como a través de las fronteras internacionales, incluso en actos de represión transnacional para censurar la oposición política y rastrear a los disidentes”, se expuso.
“La intrusión cibernética, la vigilancia y otras tecnologías de doble uso se utilizan indebidamente para reprimir la disidencia; hostigar a los defensores de los derechos humanos; intimidar a las comunidades minoritarias; desalentar a los denunciantes”, se evidenció.