En las próximas horas, Nancy Pelosi podría volar rumbo a su hogar en Estados Unidos, pero la breve visita que hizo a Taiwán hace dos días aún está dejando ver sus consecuencias. Este jueves, 22 aviones militares chinos cruzaron brevemente la llamada “línea media” del estrecho de Taiwán en el marco de las maniobras militares ordenadas por Pekín. Se trata de una acción abiertamente hostil por parte del gobierno de Xi Jinping, toda vez que es una frontera no oficial pero de aceptación general.
Aunado a la incursión de aeronaves chinas, también se registró el disparo de múltiples misiles balísticos en aguas cercanas a Taiwán como parte de ejercicios militares realizados por el Partido Comunista de China. Los proyectiles pudieron observarse en Pingtan, una pequeña isla china situada frente a Taiwán, y más tarde fueron confirmados por las Fuerzas Armadas de la República de este país.
En respuesta, el gobierno de Estados Unidos calificó el lanzamiento de los misiles balísticos como “una reacción exagerada”, pero anunció que aplazará sus propias pruebas de misiles balísticos intercontinentales. “Condenamos estos actos, que son irresponsables. No buscaremos provocar una crisis y no la queremos”, detalló John Kirby, portavoz de la Casa Blanca.
Cabe destacar que las maniobras reportadas en las últimas horas amenazan con interrumpir las cadenas de suministro mundiales, ya se han llevado a cabo en torno a las rutas comerciales más concurridas que rodean Taiwán.
Se perfilan los apoyos internacionales
De nueva cuenta, funcionarios de Rusia mostraron su apoyo a China en caso de que las tensiones aumenten. En esta ocasión fue el senador Vladimir Dzhabarov, quien declaró que “No veo motivos para negarme a ayudar a China”, aunque más tarde detalló que “deberíamos tener algunos beneficios de esta cooperación”.
En un panorama que prevé maniobras militares de China al menos hasta el domingo, Japón se pronunció a favor de la paz con la petición de un “cese inmediato” de los ejercicios militares. Al menos cinco misiles cayeron presuntamente en su zona económica exclusiva (ZEE); cuatro de ellos pudieron haber sobrevolado la isla de Taiwán.
La declaración de Japón se da después de que los ministros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) advirtieron que la creciente tensión en torno a Taiwán podría desatar “conflictos abiertos”.
La Unión Europea también hizo un llamado a cesar las hostilidades, aunque sin apoyar a China. Josep Borrell, jefe diplomático de la organización, consideró que la visita de la titular de la Cámara de Representantes de Estados Unidos a la isla “no era una justificación” para el lanzamiento de misiles balísticos.
El gobierno de Venezuela, por su parte, externó su apoyo a China, y dijo que “El viaje de Pelosi a Taiwán es una provocación directa y amenaza seriamente la autodeterminación y la integridad territorial de China”, mientras que a través de un comunicado, el gobierno de Afganistán a cargo de los talibanes anunció su apoyo a la política de “una sola China”, en referencia al asimilamiento del territorio por parte del gigante asiáitico.