Huracán republicano amenaza legado Obama

29 de Marzo de 2025

Huracán republicano amenaza legado Obama

La incertidumbre que genera la política interna y externa de Trump es una de las preocupaciones de Obama

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Obama La reforma de salud, la política de no intervención, la protección del medio ambiente, la reconciliación con el mundo musulmán... todo está en riesgo de desmoronarse con la llegada de Trump. Hasta el jardín que Michelle Obama cultivó en la Casa Blanca podría ser desmontado

Juan Pablo de Leo

E l legado de Barack Obama fue cuidadosa y estratégicamente pensado desde el día uno de su presidencia. Más allá de ser el primer y único presidente afroamericano de Estados Unidos, que es ya un mérito suficientemente grande e histórico, Obama siempre procuró ser más que eso y no solamente dejar ahí sus logros, sino trascender.

El no haber puesto como prioridad los temas fundamentales de la comunidad afroamericana, le costó parte del apoyo que le hizo falta a Hillary Clinton. Obama se negó a ser solamente un presidente afroamericano. Empujó una agenda de gobierno y legislativa ambiciosa que se cumplió en algunos aspectos y dejó otros pendientes que marcarán su historia y legado conforme pasen los años.

Ocho años de presidencia republicana de George W. Bush dejaron a los estadunidenses mal parados en términos económicos, geopolíticos y sociales. Obama llegó a la presidencia con una herencia multicultural y multirracial que le formó durante sus años universitarios y consecuentemente su carrera profesional y política.

Las vivencias liberales a las que estuvo acostumbrado a lo largo de su vida le ayudaron a crear una coalición electoral que representó una de las mayores victorias presidenciales en el 2008. La promesa de la “audacia de la esperanza” y el “yes we can!”, se convirtieron en gritos de campaña que no pudieron verse reflejados durante su presidencia, pero que dejaron una marca en los ocho años de gobierno demócrata liberal.

›El peso histórico de la presidencia de Barack Obama se verá plasmado en políticas que pueden ser desarticuladas en poco tiempo y borrar así un legado con contexto de trascendencia significativa por un pragmatismo populista como el de Donald Trump.

El acuerdo nuclear con Irán, la Reforma de Salud (Obamacare), el reestablecimiento de relaciones con Cuba, el Tratado Transpacífico, entre muchas otras cosas, podrían ser poco a poco disueltas con ayuda del legislativo y otras herramientas como acciones ejecutivas que podría utilizar Trump. No por nada el martes en uno de los últimos discursos de Obama como presidente —antes de que Trump asuma el 20 de enero— advertía contra el poder que el pueblo estadunidense le ha otorgado al republicano.

La incertidumbre que genera la política interna y externa de Trump es una de las grandes preocupaciones de Obama.

Es penoso para los demócratas —y para Obama a nivel personal— que batallas como Obamacare, a la que le apostó todo su capital político en el primer mandato de 2008 a 20012, esté destinado a un futuro incierto con un Congreso republicano que tiene toda la intención de repeler y reemplazar la Reforma de Salud por otras leyes.

Es cierto que los deducibles en muchos casos se han ido al cielo para muchos trabajadores, pero las más de 20 millones de personas que recibieron un seguro sin tener recursos para pagarlo o con alguna condición preexistente, son parte innegable del acierto que ha sido hasta el momento Obamacare. Una Reforma que simboliza y encarna la ideología con la que gobernó Obama. Una visión formada por la enfermedad de su madre y la condición bajo la que se educó en Harvard, para después trabajar en comunidades afroamericanas vulnerables y de escasos recursos. Una dura experiencia que ha sido ignorada por años y que hoy de cierta forma le brinda a Trump la oportunidad de lanzarse contra el sistema político que se ha roto. La Doctrina Obama se compone de diferentes aspectos que militarmente hablan de la no intervención de tropas en tierra, del uso de drones como elemento de defensa primordial y de la no tortura. Políticamente hace uso de las acciones ejecutivas en un ambiente de cerrazón legislativo ante la negativa de los republicanos de trabajar con un presidente demócrata, liberal y, por si fuera poco, negro. Obama despedida La raza jugó un papel en la obstinación del Congreso en trabajo con la Casa Blanca. Socialmente se refiere a la protección de las diversidades, de las libertades. El respeto y protección al medio ambiente a través de la regulación. La agenda que Obama implementó durante sus dos administraciones fue diseñada con la historia de un presidente mitad negro, mitad blanco, que vivió en varios países y conoció diversas religiones y culturas. Los libros The Audacity of Hope, así como Dreams of My Father son buenas introducciones para entender el tren de pensamiento que llevó a Obama a elegir esos temas durante su presidencia.

El discurso de Obama en la Universidad de Egipto como parte de sus primeros viajes al exterior tuvo como objetivo sanar las relaciones con el mundo musulmán y árabe tras años de guerra e invasión que provocó la era Bush, influenciado por Dick Cheney. Los ataques del 11 de septiembre y la criminalización de la figura religiosa de Medio Oriente generaron un descrédito que, aunado a la crisis bancaria e hipotecaria de 2008, dejaron a Estados Unidos en una posición vulnerable de la que Obama se hizo cargo con el acercamiento y relanzamiento de las relaciones con el mundo. En temas comerciales, la administración de Obama entró al quite de inmediato con el rescate de la industria automotriz que salvó 2 millones de empleos y detonó el renacimiento de Detroit con industria automotriz mundial.

Trump, por su parte, comenzará con la aplicación de políticas que bloqueen al mundo musulmán del territorio estadunidense. La practicidad con la que se mueve Trump le genera la necesidad de triunfos mediáticos inmediatos y actos contra los musulmanes, migratorios y comerciales le darán oxígeno con su electorado en sus cuatro primeros años. En aspecto comercial, asegura una negociación poco clara con Carrier que implica la permanencia de 400 trabajos en Estados Unidos.

Todos los logros, con fallas y errores, están en riesgo. La posibilidad de que Obama termine por ser el primer presidente afroamericano y sólo eso, es una realidad ante la presencia inmediata de Trump en la Casa Blanca. Hay quienes acusan a las políticas demasiado liberales de Obama de haber creado a Trump ante el descontento que los americanos sienten con el rumbo del país: 70 por ciento. Sí fue o no su creación, nadie lo sabrá con seguridad. Por lo pronto faltan 40 días para que Trump asuma la presidencia y ya ha opacado a Obama que cierra su administración en silencio y bajo advertencias de lo que puede hacer Trump con ese poder. Durante la campaña presidencial, Obama advertía a la comunidad afroamericana que su legado estaba en juego. Tan era así que no solo sus políticas y decisiones presidenciales podrían ser revertidas: incluso el jardín que Michelle cosechó en la Casa Blanca podría ser destrozado. No estaba bromeando. Hoy ese jardín representa una herencia a punto de ser arrasada por un huracán Trump con la promesa y consigna de deshacer todo a su paso.

Memorias. El libro Dreams from my father fue escrito por Barack Obama en 1995, cuando comenzaba su campaña como senador de Illinois. Narra sus primeros años de vida hasta la llegada a la universidad.

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