Sin importar que las familias mexicanas sintieron en el consumo los primeros efectos de la mayor recesión económica de la historia desde el segundo trimestre de 2019; el gobierno federal aplicó un verdadero gasolinazo para recaudar 750 mil millones de pesos en los primeros 29 meses de su sexenio, cifra que contrasta con los subsidios que otorgaron Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, el mal llamado padre del gasolinazo. Lo peor, el afán recaudatorio incidió en mayores niveles inflacionarios.
Todo esto es contrario a las promesas hechas por el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de reducir el precio del carburante. En pleno periodo de recesión económica, el gobierno federal recaudó, en promedio, 25 mil 863 millones de pesos al mensual de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas.
Esos recursos de un solo mes habrían alcanzado para dar una canasta alimentaria a 14.94 millones de personas por cuatro semanas, según los parámetros que estima el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) para tener un bienestar mínimo. Considerando los 750 mil millones totales recaudados en el gobierno que impulsa la llamada Cuarta Transformación, se habría otorgado una canasta alimentaria a más de 36 millones de personas por un año, es decir a 28 de cada 100 mexicanos.
Además de soportar los mayores precios del combustible, el efecto doble sobre la población —particularmente sobre los que menos tienen— fue que derivado del peso que tienen los combustibles en el ponderador del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), con el cual se mide la inflación, la economía en general tuvo mayores niveles inflacionarios, ya que después de la vivienda con un peso de 12.01%, las gasolinas son el segundo rubro más relevante con 6.09 por ciento.
Así, la liberación del precio de los combustibles vehiculares en México inició en 2017. Pasajeros de transporte terrestre, como peseros y taxis públicos como privados, automovilistas y transportistas resintieron niveles inflacionarios de 24% promedio mensual en los primeros seis meses de ese año, derivado de la transición de un monopolio estatal expendedor a un mercado libre de combustibles.
Saldo negativo
El llamado padre del gasolinazo, Enrique Peña Nieto, no recaudó nada por IEPS a gasolinas en los primeros 29 meses de su sexenio; al contrario, subsidió el consumo con 54 mil 998 millones de pesos. Y Felipe Calderón en un periodo similar subsidió con 434 mil 267 millones de pesos.
“En gobiernos anteriores el IEPS recaudado era negativo. Antes de 2014, había precios internacionales por arriba de los 100 dólares el barril de petróleo. Es decir, era un subsidio porque el precio Internacional del petróleo era elevadísimo y así se mantenía artificialmente bajo el precio de la gasolina”, comentó a ejecentral el especialista en Ingresos e Impuestos del think tank: Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Adrián García Gómez.
Para el miembro de la Comisión Técnica de Finanzas y Sistema Financiero del Colegio de Contadores Públicos de México, Sergio García Quintana, “cualquier tipo de impuesto, repercute en el precio a los compradores o consumidores”. Quizá por ser un “nuevo régimen”, el presidente de la República no tomó las recomendaciones de organismos internacionales como el Banco Mundial sobre aplicar una política contracíclica, que señala que en épocas de crisis económica, para controlar la recesión, el gobierno debe recurrir al dinero ahorrado para el gasto público y debe bajar los impuestos y las tasas de interés.
Derivado de ese afán recaudador, por más dispersión de recursos que presuma el gobierno federal a través de programas sociales, el hecho real es que en los primeros 28 meses del gobierno de López Obrador, el consumo privado de los mexicanos tiene un saldo negativo, ya que sólo 11 veces aumentó. Es decir, en los otros 17 meses el consumo disminuyó en términos reales.
Impuesto sobre impuesto
Además de que Estados Unidos se vende la gasolina 20% más barata que en México, según el listado de Global Petrol Prices, hay además 76 países con un menor precio. Esto incide negativamente en los costos logísticos para exportar a la Unión Americana.
Esto se debe a que en el territorio nacional una tercera parte del precio de venta son impuestos que recauda el gobierno federal, contra un margen de comercialización para el expendedor que, en el mejor de los casos, es de seis de cada 100 pesos invertidos.
Lo anterior contrasta con los señalamientos que hace la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) cada lunes en las mañaneras desde el Palacio Nacional, donde se señala que son los gasolineros con los mayores y menores precios del combustible (con margen máximo de 6.0%), cuando el gobierno obtiene una tercera parte del precio. ejecentral solicitó entrevista con la Organización de Expendedores de Petróleo (Onexpo), pero no se tuvo respuesta al respecto.
En la propuesta de un punto de acuerdo en la Cámara de Senadores, el hoy gobernador electo de Nuevo León, Samuel García, para eliminar el cobro del IEPS a gasolinas en la Ley de Ingresos de 2019, argumentó que el 12 de diciembre de 2018, el precio promedio de la gasolina Premium en México fue de 22.50 pesos y “a unos kilómetros de Monterrey, en Brownsville, Texas, cuesta 10 pesos el litro, porque allá no castigan a sus ciudadanos succionando su bolsillo con tres IEPS más IVA”.
Al respecto, García Gómez del CIEP, comentó que “hay un debate sobre cobrar impuesto sobre impuestos. Eso se debe checar con los abogados, porque al precio de la gasolina se le suma IEPS y después se cobra IVA, sobre el mismo IEPS. Hay actualmente un debate sobre si eso es constitucional o no”.
Según el especialista en el sector energético en México, Ramsés Pech, actualmente el IEPS es utilizado en gasto corriente. Su propuesta es que se etiquete esos recursos para garantizar su uso en cuestiones medioambientales.
Opinión que comparte el especialista del CIEP, al señalar que “se debe mejorar el gasto público. Es muy ineficiente. Hace falta mayores inversiones en salud en infraestructura, en educación, entre otras áreas”.
Cancerígeno
Además de haber restado poder de compra a empresas y familias, en el mayor periodo de recesión económica en la historia mexicana, también se impactó el nivel de consumo y ahorro.
›“El precio de las gasolinas es uno de los productos con mayores alzas en el año. Es un bien inelástico por rango, por lo que los aumentos escalonados provocan mayor recaudación (tributaria). Esto por supuesto genera presión en la inflación tanto al productor como al consumidor. Además, hay que recordar que la inflación incide en un menor poder de compra en las familias”, comentó la Economista en Jefe del regiomontano Banco Base, Gabriela Siller.
Por separado, la subdirectora de análisis en el Grupo Financiero Monex, Janneth Quiroz, puntualizó que “debido a que la gasolina se utiliza como insumo directo o indirecto para la producción de otras mercancías, al aumentar de precio, el costo total del bien aumenta y ese incremento se termina trasladando a los consumidores”.
Y lo de mayor impacto, “debido a que el INPC se utiliza como referencia para la toma de decisiones de inversión, tarifas, incrementos salariales, entre otros. Su incremento afecta al resto de la economía”, detalló la economista de Monex.
Además, otra afectación que incide el afán recaudatorio sobre las gasolinas, es que los ahorradores de la tercera edad prefieren tener cuentas tradicionales de ahorro en la banca comercial. Por ejemplo, en una muestra de 20 instrumentos de ahorro que ofrece la Condusef, la tasa de interés promedio nominal que ofrecen es de 2.16% (anualizada), lo cual considerando nada más la inflación anualizada de 5.89% de mayo, la tasa de interés real es negativa en 3.53 por ciento.
A la pregunta expresa de si los adultos mayores por tener cuentas de ahorro en la banca comercial, son los más afectados por la inflación, Quiroz de Monex respondió: “esto sería así siempre y cuando las tasas reales (se resta la inflación) son negativas”.
En suma, los sectores que más resienten los mayores niveles inflacionarios son la clase media y baja, señaló la economista de Monex.
Datos de algunos especialistas muestran que la clase de bajos ingresos aumentó de un 43% a 61% en la administración de López Obrador, y de la clase media disminuyó de 18.5% a 13 por ciento.
Rumbo al enroque de Arturo Herrera, actual secretario de Hacienda en el Banco de México, y como nuevo titular de Hacienda a Rogelio Ramírez de la O, se espera a ver cómo se presenta el paquete económico para 2022, y ya con cuatro miembros de la Junta de gobierno de Banxico, habrá que ver que niveles inflacionarios resisten.
