La semana pasada la zona de Villa Coapa-Xochimilco fue elegida para una gran fiesta, no sólo por las decenas de invitados, sino porque todos eran personajes destacados de la ciudad y que, por los intereses que representan, no deberían ser amigos tan cercanos del anfitrión.
Resulta que el magistrado Rafael Guerra Álvarez, presidente del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX, cumplió 60 años y organizó la pachanga.
A su celebración acudieron desde empresarios, abogados litigantes, representantes de todos los partidos políticos, legisladores, funcionarios del gobierno de Claudia Sheinbaum, y hasta experseguidos de la justicia de gobiernos pasados.
Pero qué importa la independencia judicial, don Rafael tiró la casa por la ventana, y ofreció a sus amigos, que eran más de un centenar, música en vivo, taquiza y bebidas sin parar, y todos se sacaron la foto.