En un extraordinario partido, Argentina se consagró en la tanda de penales, como Campeón del Mundo. Mbappe anotó un hattrick, y Messi doblete.
Después de un mes y medio de mucho fútbol, con tristeza llegamos a la última instancia de esta justa deportiva. Francia y Argentina se midieron cara a cara para definir si habría un nuevo campeón del mundo o si los franceses continuarían con su legado.
En la semana las alarmas sonaron, ya que varios medios indicaron que algunos futbolistas franceses padecían la gripe del camello. Sin embargo, ambas plantillas salieron con su 11 habitual, en él destacaban Lionel Messi y Kylian Mbappe, quienes estaban empatados en la carrera por la bota de oro.
El partido comenzó y Argentina dominaba el juego, se mostraron muy ofensivos desde los primeros minutos y lograron que Francia hiciera algo que no había hecho durante todo el torneo, correr detrás del balón. Los franceses perseguían desesperados a unos argentinos inspirados, incluso cuando conseguían la pelota, la alta presión de sus rivales provocaban cometieran errores y no los dejaban crear con facilidad.
El dato. El rosarino logró igualar a Diego A. Maradona con 10 colaboraciones directas en una Copa del Mundo con sus 7 goles y 3 asistencias
En el minuto 20, un Angel Di Maria osado, se internó desde la banda izquierda hasta el borde del área; superó a su defensor con un buen amague, y justo antes de que pudiera tomar una decisión, cayó al suelo. El árbitro no lo pensó dos veces y pitó un penal bastante polémico para los espectadores. Como si se tratara de un entrenamiento, Lionel mandó el balón al fondo del arco.
A pesar de la bofetada albiceleste, los aún campeones defensores no parecieron reaccionar, Argentina estaba determinada a seguir atacando para acabar rápido con su rival. Tan sólo 15 minutos después del penal, fue el mismo Messi quien comenzó un contragolpe con tan sólo un toque, después “La Araña” Álvarez, filtró la pelota para McAllister quién de inmediato regaló medio gol a Di María, el fideo no lo pensó dos veces y firmó el dos a cero para provocar un alboroto en el estadio Lusail.
Didier Deschamps se dió cuenta de que su equipo a e estaba hundiendo, antes de que acabara el segundo tiempo, realizó modificaciones para ver si podía terminar con la euforia argentina; sin embargo, al inicio del segundo tiempo y durante la primera mitad de este, el panorama lucía igual, con la única diferencia de que los intentos de la “Scaloneta” no tuvieron éxito.
Fue hasta el minuto 80 que los cambios del director técnico francés tuvieron un impacto en el marcador, cuando Randal Kolo Muani, delantero del Eintracht Frankfurt, le ganó la espalda a Nicolás Otamendi, el defensor del Benfica le provocó un penal que reviviría las esperanzas a todo un país.
Como si se tratara de una película de fantasía, fue ahí cuando llegó el superhéroe al llamado de rescate. Mbappe, que había estado desaparecido durante todo el partido, cobró el penal sin problemas, y ahí no quedó la cosa, tan sólo un minuto después, el delantero del PSG hizo una pared que lo habilitó en el área. En tan sólo un segundo remató el balón de volea venciendo a Martinez.
El dato. Kylian Mbappe igualó a Geoff Hurst al ser los únicos jugadores en la historia en meter un triplete en una final de la Copa del Mundo
De un minuto a otro teníamos un muy digno partido finalista de la Copa del Mundo. Ambas escuadras parecían tener las mismas posibilidades de llevarse el juego en los tiempos extra.
Comenzaron entones los tiempos extra y las oportunidades en ambos arcos estaban presentes. Lautaro Martinez, que había tenido un mal rendimiento todo el torneo, parecía seguir sin poder encontrar el gol por más oportunidades que se le presentaban, fue hasta el minuto 107 que, después de un rebote del portero, Messi cerró su brillante actuación con un doblete que, aunque parecía sería ese gol el que terminaría la justa y le daría su tercera Copa a los argentinos, una mano de Gonzalo Montiel en al área concedió otro penalti para los franceses. De esta manera, y por si no fuera poco, Mbappe anotó su tercer gol y mandó el partido a la definición por penales.
Las dos estrellas del partido, Messi y Mbappe, cobraron con mucha tranquilidad como ya lo habían hecho anteriormente; fue el “Dibu” Martinez quién atajó el segundo penal a Coman, e increíblemente Tchouaméni falló el siguiente penal de Les Blues. Esto dejó la mesa servida para que Montiel, quién había cometido la mano en los tiempo extra, anotara el último penal para consagrar a Argentina como la campeona del mundo.
Los miles de argentinos en el estadio explotaron y el equipo entero fue a reunirse con su capitán para llorar y celebrar. Después de tantos intentos Lionel Messi, cumplió y logró darle la alegría más grande a su país, así como disipó algunas dudas sobre si en realidad es el mejor jugador que ha existido jamás. El astro argentino se llevó además el Balón de Oro del mundial, mientras que a su vez sus compañeros Martínez y Fernández, ganaron el Guante de Oro y el premio al mejor jugador joven. Mbappe también fue galardonado con la anhelada Bota de Oro por anotar 8 goles.