Prohibición, derecho o uso ilimitado son sólo algunas de las alternativas para uso de “robots asesinos” que 125 países debatirán en la conferencia del Convenio de Naciones Unidas sobre Ciertas Armas Convencionales (CCAC). Se consideran “robots asesinos” a las armas autónomas letales, controladas por máquinas y que se basan en inteligencia artificial y reconocimiento facial.
La conferencia “debe avanzar rápidamente en sus trabajos sobre las armas autónomas, que pueden designar objetivos y matar a gente sin intervención humana”, afirmó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, en un mensaje a los delegados.
Al respecto se ha creado la campaña “Stop Killer Robots”, la cual agrupa a cerca de 180 organizaciones, entre ellas Human Rights Watch y Amnistía Internacional, las cuales apoyan a decenas de países que han decidido prohibir el uso total de estas armas.
Pero así como algunos países como Austria, piden la prohibición total de las armas autónomas letales, otros como Estados Unidos, han señalado las posibles ventajas de estas armas, que podrían ser más precisas que los humanos a la hora de alcanzar objetivos.