Resulta que en cuanto llegó a la SEP Leticia Ramírez Amaya, la primera decisión administrativa que ejecutó fue sacudirse una enorme sombra.
Cuentan los muy bien enterados que despidió al contador Rafael Flores Mendoza, quien era el jefe de oficina que tenía su antecesora, Delfina Gómez Álvarez, aunque en realidad le fue heredado por el ahora embajador Esteban Moctezuma Barragán.
Don Rafael era poderosísimo, manejaba absolutamente todo dentro de la Secretaría, y ahora, desempleado, y como incondicional de doña Delfina, se fue a apoyarla en su campaña a la gubernatura; mientras, doña Leticia, tomó el control de la SEP.