Esta tarde, la revista especializada The British Medical Journal (The BMJ), una de las más reconocidas del mundo, abordó el caso de los cerca de 200 mil “kits a base de ivermectina” que el gobierno de la Ciudad de México entregó el año pasado a personas que habían dado positivo a Covid-19, “sin decirles que eran sujetos de un experimento sobre la eficacia del fármaco”.
El artículo hace un resumen del caso y comenta que los resultados del experimento fueron escritos por los funcionarios públicos responsables de implementar esta política pública y colocados en el servidor de preimpresiones SocArXiv “afirmando que la ivermectina había reducido las admisiones hospitalarias en un 52-76%”.
También explica que el comité directivo de SocArXiv retiró el reporte porque “está difundiendo información errónea, promoviendo un tratamiento médico no probado en medio de una pandemia global”, porque “es parte y justificación de un programa gubernamental que dispensa (o dispensaba) de manera no ética medicamentos no probados” y porque “los autores no revelaron adecuadamente sus conflictos de interés”.
Señala que tres de los autores, entre los que está la secretaria de salud de la Ciudad de México, Olivia López Arellano, “aparecieron más tarde en una conferencia de prensa con la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, citando el artículo como evidencia del éxito de la política covid de la ciudad”.
“Los funcionarios de la ciudad son aliados políticos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien con frecuencia ha burlado las medidas de salud pública y ha minimizado el riesgo de covid” destaca el artículo de The BMJ.
El texto, firmado por Owen Dyer, quien escribe semanalmente en la publicación, cierra destacando que la Ciudad de México, con alrededor de 9.2 millones de habitantes, “ha registrado 41,902 muertes por covid, una cifra superior a la media nacional” y que “México en su conjunto tiene 315 688 muertes confirmadas por covid, y su exceso de mortalidad durante la pandemia es de 460 mil”.
Además, Dyer relata el caso de cuatro prisioneros en Arkansas a los que se les dio ivermectina como tratamiento contra covid-19 diciéndoles que eran vitaminas, antibióticos y esteroides. Dado que el tratamiento tenía dosis de ivermectina seis veces más alta que la recomendada, los presos tuvieron problemas de visión, diarrea y sangrado en las heces.