Las acusaciones sobre acoso sexual en contra estudiantes del ITAM terminaron por desbarrancar a Pedro Salmerón Sanginés como embajador en Panamá, lo que mucho ha molestado adentro de las instalaciones de Palacio Nacional, porque la idea de enviarlo como parte del cuerpo diplomático mexicano estaba fundamentada en la intención de cuidarlo y protegerlo.
Claro, no todos están tan comprometidos con él, como el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien rechazó la primera propuesta de representación diplomática que quería el historiador, pues pedía una embajada nada más ni nada menos que en el continente europeo.
Luego hizo su lista con países latinoamericanos. Primero anotó Argentina, luego pidió Colombia y, finalmente, Panamá, donde de plano no se le hizo. Como decía uno de sus compañeros de viaje, el neo 4T, Ricardo Sheffield, ahora sí “se pasó de rosca”.